La Cancillería argentina formó ayer un comité de crisis para monitorear la situación en Japón y de las 4500 personas que conforman la comunidad argentina establecida allí. El comité está integrado por funcionarios de la Dirección de Asuntos Consulares, la Dirección de Salud y la Autoridad Regulatoria Nuclear del Ministerio de Relaciones Exteriores. Tras su primera reunión, aconsejaron a los ciudadanos argentinos en la isla que estén “atentos a las informaciones suministradas por el gobierno japonés y que sigan estrictamente sus indicaciones”. Fuentes de la Cancillería aseguraron a Página/12 que hay contactos diarios con las cancillerías de países de América latina por este tema. Brasil también formó un comité que indagará, entre otros temas, la seguridad de sus usinas nucleares. Colombia, al igual que Francia, comenzó a repatriar a los ciudadanos de su país que lo solicitaron.

“Nosotros no descartamos tomar nuevas medidas. Entendemos que la situación puede cambiar de un momento al otro y por eso las reuniones del comité de crisis van a ser diarias. Por ahora, creemos que no es necesaria la repatriación masiva, salvo casos excepcionales, como el de ciudadanos que se encuentren enfermos”, informó anoche una fuente de la Cancillería. Según reveló, ya hay pedidos de repatriación en la embajada argentina en Tokio y están siendo evaluados. “La Cancillería no toma decisiones por un caso sino por el contexto general y por ahora no es necesario repatriar, si lo hacemos, enviaremos un avión”, agregó la fuente.

Según el comunicado oficial, hay un “contacto permanente” con otras cancillerías latinoamericanas “para coordinar el apoyo de las representaciones diplomáticas en Japón y realizar las necesarias evaluaciones de las contingencias que pudieran presentarse”. Del monitoreo constante de las fugas de la usina de Fukushima se encarga la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN), que dice contar con “datos procedentes de fuentes seguras e inobjetables, que son analizados y evaluados por sus especialistas”. En el comunicado se agradece a las autoridades japonesas por la información y la asistencia brindada a la comunidad argentina en ese país.

Para la ARN, los niveles de radiación en Tokio y alrededores son valores naturales. “El impacto radiológico de la situación se limita a la zona circundante a las instalaciones afectadas”, explica el texto de la Cancillería. Autoridades de varios países, entre otros Estados Unidos y Alemania, aconsejaron mantenerse a 80 kilómetros de Fukushima. Por este y otros temas, la Cancillería argentina envió a un médico de su Dirección de Salud a Tokio para contactarse con las autoridades de salud japonesas. Además se reforzó la sección consular en Japón con dos funcionarios más para asistir a los ciudadanos argentinos.

En simultáneo con Argentina, el gobierno de Brasil decidió ayer crear un grupo multisectorial que acompañará la crisis nuclear en Japón y “eventualmente” revisará los protocolos de seguridad en materia atómica en su país, según anunció el ministro de Ciencia y Tecnología, Aloizio Mercadante.

“El objetivo es hacer un acompañamiento diario de los hechos, a medida que van surgiendo, sobre la situación en la usina de Fukushima”, explicó el funcionario tras una reunión con representantes de la Comisión Nacional de Energía Nuclear, del Centro Brasileño de Investigaciones Físicas y del Departamento de Ingeniería de la Universidad Federal de Río de Janeiro.

Por otra parte, Mercadante comentó que del análisis del episodio japonés surgirán modificaciones en los proyectos y protocolos de seguridad de las usinas nucleares Angra I y II, al sur de Río de Janeiro y de la futura Angra III. “De todas formas, luego de décadas de funcionamiento quedó demostrado que son totalmente seguras”, afirmó.

Hasta el momento, el único país de la región que repatriará a sus ciudadanos es Colombia. Según su canciller, María Angela Holguín, hoy se enviará un avión a Japón con 250 asientos por este motivo. “Evaluamos, además, la opción de alquilar una aeronave junto con el gobierno de Chile para aquellos compatriotas que se quieran quedar en la región, que serían llevados a Corea. Quienes se quieran quedar (en Japón) serán trasladados a regiones seguras”, detalló Holguín. Aún continúan desaparecidos tres colombianos tras el terremoto.