Para revertir los efectos de la ceniza volcánica sobre la temporada invernal, el 1º de julio entrarán en vigencia descuentos en hotelería y gastronomía para los turistas que elijan la Patagonia. Además, ese mismo día se reanudarán los vuelos a Bariloche. En caso de que las condiciones climáticas no permitan la llegada a esa ciudad, los aterrizajes se harán en Neuquén y Esquel, y desde allí Aerolíneas Argentinas garantizará el traslado terrestre. El anuncio fue realizado ayer por el ministro de Turismo, Enrique Meyer; el presidente de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde; el titular de la Cámara Argentina de Turismo, Oscar Ghezzi, y el ministro de Turismo de Río Negro, Omar Contreras. Los detalles del plan, explicaron fuentes cercanas al área de Turismo, se darán a conocer en los próximos días.

“Habrá un 30 por ciento de descuento en hotelería y menúes de 70 pesos, sin bebida, para toda la gente que llegue a Bariloche”, informó Ghezzi, quien señaló que otras localidades del Sur, como San Martín de los Andes o Esquel, también estudian propuestas para garantizar el éxito de la temporada turística de invierno.

El titular de Aerolíneas Argentinas señaló que la normalización completa de los servicios que tengan por destino a esas ciudades es inminente. “Ratificamos y anunciamos que a partir del 1º de julio se retoman los vuelos a Bariloche, y si hay problemas climáticos se harán aterrizajes en Neuquén o Esquel, desde donde se garantizará el transporte terrestre a Bariloche”, aseguró Recalde.

El restablecimiento de las rutas será total “en los próximos días”, pero, agregó, se encuentra iniciado el proceso. “Ya se están normalizando los vuelos a la Patagonia, y además pusimos vuelos con rutas excepcionales a Río Grande y Ushuaia para garantizar la conectividad.” Por lo demás, los pronósticos climáticos para el invierno “son buenos”, señaló, por lo que dijo sentir “gran optimismo”.

Durante la presentación, el ministro Meyer sostuvo la misma línea optimista ante las posibilidades de las próximas semanas en la zona afectada desde principios de mayo por las cenizas del volcán Puyehue. Será, evaluó, “una buena temporada”, gracias a los acuerdos sellados entre los empresarios del sector y Aerolíneas Argentinas.

Bariloche, explicó, se recupera gracias al trabajo que se realiza “para que esto salga adelante” con la intervención “de 154 vehículos de distintos organismos, de más de 700 personas y del trabajo espectacular de la comunidad”. Desde que comenzó a caer la ceniza volcánica en la zona, dijo, están trabajando en el lugar personal de Gendarmería, el Ejército, Parques Nacionales, Vialidad Nacional, brigadistas, los municipios y los estados provinciales, con el apoyo del gobierno nacional.

“Quienes quieran vacacionar en Bariloche, San Martín de los Andes o Esquel lo podrán hacer tranquilamente”, garantizó el ministro Meyer. Hasta el anuncio de estos acuerdos, las autoridades evaluaban que el impacto económico de las cenizas superaría a las pérdidas sufridas luego de la erupción del Chaitén (en 2008) y del Hudson (en 1991). El 46 por ciento de la actividad económica de Bariloche tiene vinculación directa con el turismo. Diversos operadores y empresarios hoteleros señalaron, en el momento más álgido de la caída de ceniza, que el nivel de cancelación de reservas era elevadísimo.

Hace una semana, empresarios de la ciudad habían estimado que, en caso de que el invierno resultara totalmente inactivo para el turismo, las pérdidas podían alcanzar los 400 millones de pesos. Los restos del Puyehue comenzaron a llegar el 4 de junio, alrededor de dos semanas antes del inicio oficial de la temporada.