Pese a las temperaturas bajo cero, más de cuatro mil pobladores de Bariloche volvieron a las calles con escobas, palas y carretillas para limpiar la ceniza del volcán Puyehue acumulada en las calles de la ciudad. El gobierno de Río Negro, por su parte, dispuso beneficios tributarios para las localidades afectadas por la caída de las partículas volcánicas. A tres semanas de la erupción, las autoridades de Defensa Civil señalaron que el volcán mantuvo en las últimas horas un “comportamiento oscilante”, por lo que continuaba el estado de “alerta roja por erupción menor” en la cordillera.

Los barilochenses desafiaron el frío y salieron ayer a barrer la ciudad, como parte de la segunda jornada solidaria “Bariloche, mi casa”, actividad organizada por Red Solidaria y que contó con la participación de varias escuelas de la zona, empresarios y organizaciones sociales. Desde temprano, los vecinos se organizaron en cuadrillas y comenzaron a retirar toneladas de arena y cenizas, que estaban acumuladas en la zona sur de la ciudad. El trabajo comunitario logró la limpieza de trece escuelas públicas, dos plazas y más de cien calles.

Si bien cesó la caída de cenizas, el frío extremo y algunas nevadas obligaron a las autoridades a implementar operativos de asistencia y limpieza, para evitar que los restos del polvo volcánico generen inconvenientes al mezclarse con la nieve.

Por su parte, el gobernador de Río Negro, Miguel Saiz, ordenó que la Dirección General de Rentas aplique beneficios tributarios, totales o parciales, para contribuyentes de zonas afectadas por las cenizas del Puyehue.

Bariloche espera recibir desde la próxima semana al turismo invernal dado que, según autoridades municipales, ya fue confirmada la llegada de turistas brasileños, estudiantes de Uruguay y varios contingentes del país. En ese sentido, se espera que las autoridades de aviación definan si el viernes pueden reanudarse las operaciones en los aeropuertos de Neuquén, Bariloche y Chapelco.

La nube de cenizas, que dio tregua a las operaciones aéreas en el país, provocó la cancelación de al menos una veintena de vuelos el sábado en Uruguay, donde según las autoridades, habían aumentado las reservas de hoteles por parte de turistas que cambiaron viajes planeados para Argentina o Chile.