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Un bebé de 11 meses murió de desnutrición en Catamarca luego de que estuvo internado en varios hospitales de Tucumán. Los padres dijeron que se llevaron a su hijo porque en los hospitales tucumanos les habían dicho que “no tenía nada grave”, aunque autoridades sanitarias afirmaron que la familia pidió el alta del bebé porque había conseguido un trabajo en Catamarca. En Tucumán hay más de 20 mil desnutridos.
“Ayer a la mañana hicimos una presentación a la Justicia para que ningún padre pueda solicitar el alta de un niño con desnutrición de grado tres sin la autorización del médico”, dijo a Página/12 el titular del sistema Provincial de Salud (Siprosa), Juan Masaguer.
Francisco Jesús Díaz, un bebé de 11 meses que, según comentó Masaguer, tenía parálisis cerebral, epilepsia congénita y convulsiones reiteradas, murió el 22 de marzo en el Hospital Eva Perón de Catamarca por desnutrición de grado tres, la más grave porque implica una pérdida de peso de más del 30 por ciento con respecto a los valores normales según la edad: “Era una desnutrición irreversible, el bebé tenía 11 meses y pesaba 5 kilos, la mitad de su peso normal”, explicó Masaguer.
Según el titular del Siprosa, su madre, Nancy Herrera –quien tiene otros seis hijos, uno de los cuales también está desnutrido– pidió a los médicos que le dieran el alta porque debía viajar junto a su familia a Catamarca para trabajar en una cosecha. Ella, sin embargo, sostiene que le dijeron que lo de su hijo no era grave. Los padres viajaron a Los Altos, en Catamarca y, el día 20, Francisco fue internado en el Hospital Eva Perón, donde murió dos días después.
“De los chicos internados, el 80 por ciento padece desnutrición; las cifras se mantienen igual a las del año pasado. La desnutrición es un problema cultural y de educación que no se resuelve sólo con planes asistenciales”, dijo a Página/12 Daniel Yolde, médico clínico del Hospital del Niño Jesús de la capital tucumana.