Una causa por lavado de dinero, que empezó hace un año, derivó ayer en la detención de 25 personas entre encargados de la logística y proveedores de una organización que planeaba enviar, al menos, 280 kilos de cocaína a Europa y posiblemente a Estados Unidos. La modalidad de envío era idéntica a la utilizada para una supuesta mudanza, en junio de 2010. “La droga estaba dentro de muebles de estilo, por eso el operativo lo llamaron Luis XV”, describió ayer la ministra de Seguridad de la Nación, Nilda Garré. Luego comentó que la investigación partió de la detención del financista colombiano Ignacio Alvarez Meyendorff, en abril del año pasado. El operativo incluyó 78 allanamientos simultáneos en lujosos departamentos en Capital Federal, countries y un galpón en Lanús, al sur del conurbano bonaerense, donde se secuestró la cocaína, “valuada en el mercado europeo en 14 millones de euros”, dijo Garré.

Según explicó la ministra desde el propio galpón de la calle Aristóbulo del Valle 917, en Lanús, “dentro de los muebles había unos compartimientos hechos aparentemente con aluminio o plomo y espejos y el objetivo sería evitar que fuera detectada la droga por los scanners”. Hace casi dos años, alguien intentó escamotear 200 kilos de cocaína en muebles antiguos, pero los paquetes fueron detectados por agentes aduaneros, mediante scanners, en un container con destino a España, para una supuesta mudanza, en la Terminal 3 en la zona portuaria de la ciudad de Buenos Aires.

Los allanamientos fueron ordenados por el juez federal de Lomas de Zamora, Carlos Alberto Ferreiro Pell, e incluyeron, según fuentes policiales, un campo en la ciudad bonaerense de Chivilcoy, otro en Brandsen, como también casas en el country Abril, en Berazategui, y otra en Nordelta, en Tigre. También se revisaron departamentos en el barrio porteño de Puerto Madero. “Quiero resaltar el trabajo realizado por la Policía Federal Argentina, en especial del jefe de Drogas Peligrosas, Néstor Roncaglia. También el trabajo de Gendarmería Nacional, que tuvo una gran paciencia en seguir esto, de Aduana y de la Secretaría de Inteligencia”, dijo la ministra.

De las investigaciones también participó la Superintendencia de Investigaciones de Tráfico de Drogas Ilícitas de la Policía Bonaerense y demandaron varios meses de trabajos de inteligencia, basados en escuchas telefónicas, triangulación de llamadas, seguimientos de personas, filmaciones y tomas fotográficas. Entre las 25 personas detenidas y acusadas de “infracción a la Ley 23.737 de drogas en carácter de tráfico internacional” hay once ciudadanos colombianos y dos españoles. El jefe de la organización “prácticamente desarticulada”, según Garré, sería un colombiano de apellido Jaime.

En los procedimientos fueron secuestradas varias escopetas, pistolas Glock calibre .40, revólveres, se hallaron 30 mil dólares, 40 mil euros y 30 mil pesos, “posiblemente producto de venta de cocaína al menudeo”, dijo la ministra. La cocaína de máxima pureza sería de origen colombiano y estaba dividida en 254 ladrillos, que pesan en total 280 kilos. “Seguramente la droga estaba lista para ser despachada, estimamos que el destino sería Europa y una parte Estados Unidos”, dijo Garré.

Alvarez Meyendorff, quien resultó la punta del ovillo de esta investigación, vivía con su familia desde hacía seis años cuando fue detenido y había fundado cuatro empresas fantasmas en el país. Era buscado por la Justicia estadounidense, acusado de crímenes ligados al tráfico de drogas.