Lunes, 29 de julio de 2013 | Hoy
SOCIEDAD › EL MAQUINISTA ESPAñOL DECLARó, FUE IMPUTADO DE HOMICIDIO CULPOSO Y QUEDó LIBRE
Garzón Amo declaró ante el juez. Las versiones señalan que dijo haber cometido una imprudencia. El juez le imputó homicidio por imprudencia y ordenó su libertad, previa retención del pasaporte. Falleció una de las víctimas internadas. El número de muertos llega a 79.
El maquinista del tren descarrilado el miércoles en Santiago de Compostela, Francisco José Garzón Amo, quedó ayer imputado, pero libre tras admitir ante el juez que instruye la causa haber cometido una imprudencia, según fuentes cercanas a la investigación. El juez le retiró el pasaporte, le ordenó presentarse todas las semanas en el juzgado y quedó inhabilitado para conducir ferrocarriles. A diferencia de lo que habría ocurrido en otras comarcas, nadie reclamó que lo detuvieran. Ayer se conoció el fallecimiento de la víctima número 79, que se encontraba hospitalizada.
Garzón Amo, a quien los investigadores le atribuyen el delito de homicidio por imprudencia, fue trasladado esposado a las 18.20 (13.20 de la Argentina) en un patrullero desde la comisaría a los Tribunales de Santiago de Compostela.
Sobre las 19.30 (14.30 de Argentina), el conductor del tren fue llevado a la sala ante el magistrado Luis Aláez, titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Santiago, quien les dio 20 minutos a las partes para que analicen los documentos policiales. Posteriormente, le tomó declaración durante una hora. Cabe recordar que el viernes pasado se había negado a declarar frente a la policía.
Su comparecencia ante el juez se produjo pocas horas después de que la consellería de Sanidad de Galicia elevara el balance de víctimas mortales a 79 por el fallecimiento de una de las personas que estaban hospitalizadas, una mujer estadounidense.
Con dos investigaciones abiertas, una judicial y la otra administrativa, las autoridades señalan de momento al maquinista, detenido el jueves en la habitación 381 del Hospital Clínico de Santiago, donde permanecía ingresado como una víctima más, con nueve puntos de sutura y una herida en la cabeza.
La tragedia se produjo el miércoles a las 20.42 (15.42 de la Argentina) cuando el tren de alta velocidad procedente de Madrid tomó la curva a 4 kilómetros de la estación de Santiago.
Según la hoja de ruta, el convoy, que sale de un tramo donde puede circular a 220 kilómetros por hora, debe reducir su velocidad a 80 antes de entrar en la curva, llamada de A Grandeira. En ese tramo, la vía no está equipada con un sistema de frenado automático en caso de que exceda la velocidad máxima.
“Cuatro kilómetros antes de donde se produce el accidente, el conductor ya tiene la notificación de que tiene que empezar a reducir la velocidad”, dijo Gonzalo Ferré, presidente de ADIF, empresa estatal encargada del mantenimiento ferroviario.
Evaristo Iglesias, un vecino que acudió rápidamente al lugar del accidente para atender a las víctimas, explicó que el maquinista le confió que iba demasiado rápido y que no consiguió frenar a tiempo. “Decía que tenía que frenar a 80 y que no pudo, que venía rápido”, dijo el hombre a la cadena española Antena 3.
“Me seguía diciendo: ‘Me quiero morir, me quiero morir, no quiero ver esto, no quiero ver esto’. Eso es algo que no paraba de decir, que no quería ver aquello”, añadió Iglesias en una entrevista difundida ayer.
Una joven pasajera del tren, sobreviviente del accidente, Carla Serrano, contó por su parte haber visto 200 kilómetros por hora en el indicador de velocidad del tren que hay en las pantallas de información de los vagones.
“Justo salimos del túnel y mi novio me dijo: ‘Es que vamos a 200 km/h’. Entonces miré y era verdad”, afirmó a la televisión pública la joven, que volvía de Madrid, adonde había ido a ver una exposición de arte.
“Aquello era horrible. La gente estaba muerta sobre las vías”, recordó Carla, que resultó levemente herida.
Pero en la pequeña localidad gallega de Monforte de Lemos, donde vive el maquinista, su círculo cercano salió en su defensa. “Es el único accidente que ha tenido, es un excelente profesional”, dijo Antonio Rodríguez, responsable de transportes en Galicia del sindicato UGT y amigo personal del conductor, con el que empezó a trabajar en Renfe en 1982.
Cuando aún no fue confirmada la declaración del maquinista, un elemento juega en su contra: una retranscripción de la comunicación por radio divulgada por el diario El País en la que admite ir a más de 190 kilómetros por hora. Un video difundido por Internet, que parece proceder de una cámara de seguridad, muestra al tren descontrolado que toma la curva, descarrila y cae sobre el tendido.
Además de los fallecidos, quedan 70 heridos en el hospital, 22 en estado crítico. dos de ellos niños, según informó el gobierno regional.
Entre los fallecidos, mayoritariamente españoles, figuran ocho extranjeros, entre ellos una mexicana, una dominicana, una venezolana, un brasileño y una estadounidense.
Identificados los cadáveres de las personas fallecidas en el peor siniestro ferroviario de España desde 1944, hoy se hará un funeral solemne para las víctimas en la catedral de Santiago, al que asistirán el príncipe heredero Felipe, su esposa Letizia y la infanta Elena.
Enfrente del majestuoso edificio o en la adyacente gran plaza del Obradoiro, flores, velas, pequeñas notas manuscritas o conchas de vieira, símbolo de Santiago Apóstol, fueron depositados por peregrinos de todo el mundo en honor a las víctimas y sus familias.
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