Unas 700 personas fueron evacuadas el domingo de madrugada en la isla de Mallorca, en el archipiélago de las Baleares (España) por la amenaza de un incendio forestal que, el domingo al mediodía, había afectado a dos mil hectáreas de terreno. Los evacuados pertenecen al pueblo de Estellencs, que se encontraba ayer en grave riesgo por el cambio de la dirección del viento, que amenazaba empujar las llamas en ese sentido. El incendio es el peor en Mallorca desde hace dos décadas, el daño ambiental tardará 80 años en desaparecer y arrasó un área protegida por las Naciones Unidas.

Desde el jueves pasado, unas 450 personas, entre bomberos y equipos civiles, apoyados por 28 aviones y helicópteros, luchan para contener las llamas. Ayer, todo el esfuerzo se concentraba en apagar el fuego en la sierra de Tramuntana, declarada por la Unesco paisaje cultural patrimonio de la humanidad en 2011.

Esta región montañosa y salvaje, de laderas abruptas, se encuentra en el noroeste de la isla de Mallorca, con el mar Mediterráneo a sus pies. El paisaje, modelado por una agricultura milenaria, está conformado de cultivos en terrazas y mecanismos de distribución del agua interconectados que incluyen molinos hidráulicos, así como construcciones de piedra sin argamasa y granjas. Los incendios forestales son muy frecuentes en España durante el verano, avivados por el viento y una vegetación habitualmente muy seca. Hasta el momento, tras un invierno lluvioso, los fuegos han sido mucho menos dañinos que en 2012, un año especialmente devastador: 13.335 hectáreas se han quemado en 2013 entre el 1º de enero y el 21 de julio, según el Ministerio de Agricultura, contra 147.854 hectáreas en el mismo período del año anterior.

Pero en Mallorca, las cifras se siguen quemando. Ayer, debido a un cambio en la dirección del viento, los servicios de urgencia decidieron efectuar “por prevención el desalojo total del pueblo de Estellencs y el realojamiento de estas personas en un campo deportivo”, según anunció el gobierno regional en un comunicado. Horas más tarde, el ejecutivo balear anunciaba que pese a que “la situación sigue siendo complicada”, los equipos de extinción “lograron frenar el avance del fuego hacia el casco urbano de Estellencs”. La evacuación empezó de madrugada, a las 4.30 (23.30 de Argentina), con los vecinos abandonando el pueblo en sus vehículos particulares o en los camiones de transporte enviados por la Cruz Roja o la Unidad Militar de Emergencias, la unidad de socorro del ejército español en caso de catástrofe.

La localidad, con “un componente orográfico que dificulta el acceso de los efectivos por tierra”, fue desalojada por completo.