La Asociación Gremial de Trabajadores de Subterráneos y Premetro (Agtsyp) no llegó ayer a un acuerdo con el gobierno porteño respecto de la seguridad y las comunicaciones en las dos nuevas estaciones de la línea B, Echeverría y Rosas, y el nuevo diagrama de trabajo por la extensión del servicio. De esta forma, se pasó a un cuarto intermedio hasta el viernes. Los trabajadores continuarán con la modalidad de conducir las formaciones hasta la estación Los Incas, desde donde siguen a cargo el personal jerárquico.

“Vamos a continuar con la modalidad de trabajo de conducir las formaciones hasta la estación Los Incas y que de allí en adelante se hagan cargo los supervisores y el personal jerárquico. No se interrumpe el servicio para no aumentar el nivel de confrontación”, aseguró a Página/12 el vocero de la Agtsyp, Enrique Rositto.

En cuanto a lo hablado en la reunión, Rositto dijo se llegó a un “principio de acuerdo de palabra” sobre algunos temas mientras que otros no se discutieron. “Quedamos en que vamos a ver si se puede homologar el uso de celulares como forma de comunicación entre la cabina y el supervisor, si es válido legalmente. Imaginate que un chofer tiene que bajar a los pasajeros porque se quedó la formación y pide que desactiven el tercer riel y la comunicación no llega. Con el sistema de radio actual que funciona en las demás estaciones queda todo grabado. En Echeverría probé y no hay señal.”

“Hablamos con trabajadores del área de Comunicación y nos dijeron que la instalación de las antenas repetidoras para que haya sistema de radio en las nuevas estaciones demora entre una semana y diez días, así que no entendemos por qué no se hizo.”

Sobre la seguridad, explicó que se conformará una Comisión de Higiene y Seguridad que hará un relevamiento de las obras que hay que hacer y un cronograma.

En tanto, lo que quedó en el tintero son los temas operativos, es decir, los nuevos horarios de trabajo, el personal que debe ascender a chofer, su instrucción y la reinstrucción de los que ya se desempeñan como tales. “Hay un pozo de desnivel entre la estación Los Incas y Echeverría de unos 8 a 10 metros. Los choferes tienen que aprender a bajar la pendiente y no perderse una señal. También tienen que saber dónde están las salidas de emergencia. Los compañeros de la A tuvieron que hacer una reinstrucción cuando cambiaron los vagones.”

Por último, el vocero se mostró preocupado por las declaraciones del subsecretario de Trabajo porteño, Ezequiel Sabor. “Este hombre tendría que ubicarse en su función de mediador y no decir `estos vagos que no quieren trabajar` porque ese maltrato no da margen a la negociación”.

Antes de la reunión, Sabor advirtió en un comunicado que podría haber sanciones para los trabajadores del subte si continúa el conflicto.

“Ellos están dispuestos a correr los trenes hasta la estación Rosas si dan cuatro vueltas. Que los subtes den cuatro vueltas significa que de las 6 horas que deben trabajar, van a trabajar 4. Ese es el conflicto”, argumentó el funcionario porteño.

En ese sentido, explicó que “ellos piden utilizar ese tiempo, casi dos horas, para descanso y la empresa está intentando una producción un poco mayor”. Por su parte, el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, aseguró que “se les va a descontar lo no trabajado”.

La medida, que también alcanzó a la línea H por la extensión hasta la estación Hospitales, mantuvo paralizado desde el lunes a las 6.30 hasta ayer a las 14.30 el tramo que va desde Los Incas hasta Rosas y obligó a Metrovías a disponer un diagrama especial en la línea B, donde personal jerárquico conduce las formaciones entre estas dos estaciones.

La empresa informó que hoy el servicio funcionará limitado entre Alem y Los Incas desde las 5 hasta las 7. A partir de las 7 comenzará a realizar todo el recorrido con el esquema a cargo de instructores y supervisores. La línea funcionará con demora debido a la operatoria que hay que realizar en la estación Los Incas para el cambio de conductor.