La tormenta que arreció sobre Buenos Aires en la madrugada de ayer provocó el despiste de un avión de Austral en Ezeiza, luego de que la dirección y la velocidad del viento cambiaran bruscamente, lo que se combinó con el efecto “aquaplaning” provocado por la lluvia. Ninguna de las 96 personas, entre pasajeros y tripulantes, que iban a bordo de la aeronave resultó con lesiones de ningún tipo a causa del incidente, que entre las 5.45 y las 8.30 de la mañana obligó a suspender las operaciones de los demás vuelos. Aerolíneas Argentinas, empresa controladora de Austral, informó poco después en un comunicado que “la evacuación de los pasajeros se produjo sin inconvenientes”, y destacó que todos ellos, en su mayoría brasileños, se encontraban a media mañana “a resguardo en la terminal del aeropuerto”.

El vuelo 2255 de Austral había partido de Río de Janeiro a la hora pautada y estaba llegando con una pequeña demora a Ezeiza, pero la tormenta que se había desatado sobre Buenos Aires complicó las condiciones de aterrizaje. Con los 88 pasajeros y 8 miembros de la tripulación a bordo, el avión aterrizó alrededor de las 5.45 de la madrugada en medio de la tormenta de lluvia y viento. “La aeronave, un Embraer E-190, con 96 pasajeros, salió de pista debido a un brusco cambio en la dirección y velocidad del viento y al efecto ‘aquaplaning’ por la lluvia”, explicó Aerolíneas Argentinas en un comunicado. Por su parte, la Junta de Investigación de Accidentes de Aviación Civil (Jiaac), que analiza lo sucedido como “contribución a la seguridad operacional” pero “sin recurrir necesariamente a procedimientos de prueba de tipo judicial”, sino para “prevenir futuros accidentes”, informó a este diario que la aeronave “excedió los límites de la pista 11 del aeropuerto”. La segunda pista de Ezeiza estaba cerrada por trabajos de mantenimiento, por lo que hasta poder retirar el avión de Austral para llevarlo al hangar, las operaciones del aeropuerto debieron suspenderse y algunos vuelos fueron desviados a otros destinos. La actividad retornó a su rutina a las 8.30.

Fuentes aeroportuarias explicaron que la aeronave, al despistar, impactó contra las antenas del sistema de aterrizaje por instrumentos, ILS por sus siglas en inglés. Se trata de un sistema que permite bajar con poca visibilidad y evita las derivaciones hacia aeropuertos alternativos.

Antes de retirar la nave de la vera de la pista, los pasajeros y la tripulación fueron evacuados “utilizando los toboganes traseros del avión, que se desplegaron con normalidad”, señaló la Jiaac en su informe preliminar. El comunicado de Aerolíneas Argentinas detalló que el incidente “no provocó lesiones ni en los pasajeros, ni en la tripulación” y que, porque así lo indica el protocolo de seguridad, para facilitar su salida de la aeronave y garantizar su seguridad hasta ser puestos a resguardo, del operativo participaron también ambulancias y bomberos.

Fuentes de la empresa informaron a este diario que, por las condiciones del aterrizaje, el avión sufrió daños en una de las cubiertas y que “no tiene ningún daño estructural”.