El caso del empresario Daniel Bellini, dueño del boliche Pinar de Rocha, de Ramos Mejía, y condenado a 15 años de cárcel por el asesinato de su mujer, la bailarina Moreno Pearson, quedó envuelto otra vez en la polémica. Ayer, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Morón le otorgó el beneficio de prisión domiciliaria con pulsera electrónica, al encontrar que padece Mal de Parkinson y con el argumento de que el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) no está en condiciones de hacerse cargo de su tratamiento. Sin embargo, el Ministerio de Justicia provincial aseguró que la penitenciaría cuenta con todos los recursos humanos y médicos necesarios para su atención.

La decisión del TOC fue tomada luego de un planteo de la defensa que sostuvo que Bellini, de 63 años, tiene esa enfermedad, que afecta en forma progresiva sus capacidades cognitivas. Los abogados también adujeron que el Servicio Penitenciario no está preparado para tratar este tipo de patologías en un penal.

El Parkinson fue certificado por un especialista contratado por la defensa, encabezada por la abogada Raquel Hermida Leyenda. Mientras tanto, un director médico del SPB, convocado por el tribunal, explicó que ningún penal está preparado para tratar la enfermedad porque la población carcelaria suele ser más joven y no la padece.

Sin embargo, la Dirección Provincial de Salud Penitenciaria informó que el SPB “cuenta con recursos tanto humanos como médicos para el tratamiento de esa patología”. Además aclaró que realizó una presentación ante el tribunal “a fin de hacerle saber la disponibilidad tratamental para el detenido”.

El padre de la víctima, Francisco Pearson, sostuvo que Bellini pudo haber exagerado su cuadro y consideró “raro que el Servicio Penitenciario dijera que no está en condiciones de cuidar una cosa como ésta. Así como billetera mata galán, en este caso la billetera también mata”.

Bellini, que ya lleva detenido 5 años y casi 9 meses, fijó como domicilio una quinta familiar en Parque Leloir.