SOCIEDAD
› BRUTAL CAIDA DE INSCRIPTOS EN EL POLIMODAL DEL CONURBANO
Escuelas públicas de aulas vacías
A punto de iniciarse las clases, la matrícula del último ciclo de la EGB y el polimodal, en los distritos más pobres del Gran Buenos Aires cayó en picada. El Suteba denuncia que hay 150 mil anotados menos que el año pasado. Los directivos atribuyen la deserción a la crisis económica. Para no perder cursos, los docentes salen a los barrios a buscar a los alumnos.
“Los pibes se van a trabajar, los veo en un semáforo de aquí cerca limpiando los vidrios de los autos para ganarse el mango.” Pedro Ponce, director de la Escuela Media 23 de Lomas de Zamora, sabe de lo que habla: los adolescentes que ya no pueden seguir estudiando porque la crisis le exige buscar alguna alternativa de (sobre)vida. Según los cálculos del Suteba, más de 150.000 alumnos de los distritos más pobres del conurbano bonaerense no se inscribieron en el tercer ciclo de la EGB y el polimodal y, por ende, 8000 cargos docentes estarían en peligro. Para la Dirección General de Educación provincial la caída es de un 6 por ciento en la inscripción para el primer año del último nivel, mientras que segundo y tercero no presentarían variaciones significativas. Pero las cifras oficiales quedan chicas: en la Escuela Media 4 de Don Orione, en Almirante Brown, de 75 vacantes para la especialidad de Economía sólo se cubrieron 5, y en la Escuela Técnica 1 de José C. Paz, de 11 divisiones que abrieron en 2001, están tratando de completar 6. Ante el riesgo del masivo cierre de cursos, directivos y docentes recorren los barrios en busca de alumnos. “Manejamos una cifra de más de 150.000 chicos que no se anotaron en el tercer ciclo de EGB y el polimodal sólo en los distritos más pobres como Florencio Varela, La Matanza, Quilmes, Moreno, Merlo, San Martín, Almirante Brown, Berazategui, Berisso, Ensenada y Tigre”, cuenta Hugo Yasky, secretario general del Suteba. El sindicalista advierte que este número “podría triplicarse, porque hay algunos que se inscriben y después no empiezan las clases”. Son aproximadamente “8000 cargos docentes que se pierden”.
Las cifras globales se vuelven dramáticas en las escuelas. “La inscripción viene muy mal en nuestra escuela –explica Ponce, el director de la Media 23 de Lomas–. El año pasado teníamos cuatro divisiones del primer año ya conformadas a esta altura y ahora sólo tenemos una”. En el barrio de La Loma, el 80 por ciento de la comunidad está desocupada “según nuestros datos, porque la gente de aquí ni siquiera fue censada”, continúa Ponce. El colegio ofrece en dos turnos una única modalidad: Economía y Gestión de las Organizaciones con orientación en Cooperativismo. Este título podría ser una salida para tiempos de crisis, pero no es suficiente. “Hay muchos que directamente no se anotan en el primer año, lo que implica un quiebre muy importante en el pase de la EGB”, señala el director.
El año pasado, el establecimiento anotó en todos sus cursos un total de 220 alumnos. Hasta ayer, el número calculado variaba entre 130 a 150 chicos. En el mejor de los casos, 70 adolescentes afuera. “A algunos los vi de cartoneros con los carros y otros consiguen trabajo como ayudantes de albañil”, dice Ponce. “En el sector de los niños y jóvenes pertenecientes a hogares indigentes –el 60 por ciento del total– se produce un desplazamiento hacia la nada, porque son chicos que ven restringido su lugar en la economía informal y tratarán de sobrevivir en la economía negra”, sostiene Yasky.
En el oeste del conurbano las cosas no son mejores. La Escuela Media 12 de La Matanza, ubicada en el kilómetro 31 de la ruta 3, apenas tiene cubierto el 50 por ciento de sus vacantes. “El año pasado para esta época ya no había cupo y en el bachillerato de adultos hasta había lista de espera”, comenta su director, Luis Cabeda. Y ensaya un análisis de los motivos de la reducción de inscriptos: “Acá se conjugan dos cosas, por un lado hay una caída de la representación sobre la inserción laboral de los que terminan la secundaria y por otro una agudización fuertísima de la crisis en este año”.
Cabeda critica la decisión del gobierno bonaerense de eliminar las becas. “Es llamativo que Solá haya dicho que se van a levantar las becas justo en la inscripción, porque así condiciona el momento de decisión de la gente”, opina. Además, considera que la información de que las ayudas continuarán este año pero pagadas con fondos nacionales “no repercutió de modo contundente en el registro de los chicos”. Es que los problemas desus alumnos trascienden las (in)decisiones políticas. “Los padres siguen desocupados y había muchos estudiantes que viajaban pero ya no pueden sostener el costo del boleto, demasiado alto para ingresos familiares que no son fuertes”. El diagnóstico es concluyente: “La condición económica pesa a la hora de decidir si seguir o no en la escuela”.
Como Lomas de Zamora y La Matanza, el partido de Almirante Brown también presenta datos de caída de inscriptos. En la Escuela Media 4 de Don Orione, en Claypole, los números alarman. Para primer año, el turno mañana ofrece 180 vacantes y tiene 60 anotados, el turno noche tiene 75 vacantes y 13 inscriptos. Pero sin duda, la vedette de la decadencia es el turno tarde: con 75 vacantes, hay sólo cinco chicos con intenciones de cursar. “A fin de febrero de 2001 ya había un 50 por ciento del cupo cubierto y se terminaba de completar a lo sumo los primeros días de marzo”, asegura el secretario general del Suteba de ese distrito, Sergio Sanelli. El dirigente explica que en la zona “hay una gran problemática de falta de trabajo y muchos padres se ven obligados a decirles a sus hijos ‘o salís a laburar o te quedás cuidando a tus hermanos para que yo salga’”.
Las escuelas técnicas, en otros tiempos señaladas como las mejor posicionadas para una salida laboral rápida, también sufren la crisis. Luego de la reforma educativa, su perfil histórico fue desdibujado. Y ahora son las más afectadas. Elio Cerioni, regente de la Escuela Técnica 1 de José C. Paz, cuenta que este año están “tratando de abrir 6 cursos de primer año, contra 11 del año pasado”.
–¿Adónde van los chicos que no se anotan en el Polimodal?
–Hay un paréntesis de alumnos entre la EGB y el Polimodal, los chicos que no se inscriben salen a buscar trabajo, ayudan a los padres con lo que pueden o esperan la confirmación de las becas.
De una media histórica de 1800 estudiantes, en la escuela ruegan llegar a los 1000 en este ciclo lectivo. “El que viene a una técnica tiene doble escolaridad y también más gastos por los materiales, aunque siempre intentamos brindar elementos del colegio”, comenta Cerioni.
La crudeza de la situación la grafica Mónica Pineda, profesora de Lengua y Literatura de varias escuelas medias de Ituzaingó, en el oeste del conurbano. “En la mayoría de los colegios, las condiciones de infraestructura son pésimas y generalmente faltan bancos para los pibes -cuenta–. Lamentablemente este año va a haber bancos de sobra.”
Subnotas