SOCIEDAD › CONFIRMAN LA PRISION DEL ACUSADO DE PROVOCAR UN INCENDIO Y LA MUERTE DE OCHO PERSONAS

Preventiva por la masacre de Merlo

Cristian Leonardo “Memo” Ledesma Méndez seguirá detenido: el juez le dictó prisión preventiva al considerar que hay pruebas firmes de que prendió fuego a la casa de su ex mujer y con ello ocasionó la muerte de ella, su pareja y seis hijos.

La Justicia de Morón dictó la prisión preventiva de Cristian Leonardo “Memo” Ledesma Méndez, acusado de la llamada “masacre de Merlo”, en la que murieron su ex esposa, los seis hijos de ésta –uno de ellos con Méndez– y el marido de la mujer, al provocar un incendio intencional el 8 de este mes.

El juez de Garantías, Alfredo Meade, hizo lugar al pedido del fiscal de la causa, Sergio Di Leo, al dictarle la prisión preventiva por “homicidio agravado por haberse cometido con un medio idóneo para causar un peligro común y por resultar la víctima mujer, cometido por violencia de género, reiterado con pluralidad de víctimas”.

En su resolución, el magistrado tuvo en cuenta el relato de al menos tres testigos, a quienes, el día anterior del hecho, el Memo Méndez anticipó que iba a matar a su mujer, y de otros vecinos que declararon haber visto al acusado en los alrededores de la casa incendiada la noche en que fue prendida fuego. “Los voy a matar a todos mañana, ya van a tener noticias”, les dijo el acusado a tres vecinas con las que se encontró la noche del 7 de mayo, el día previo a la masacre, en un comedor del barrio al que concurrían a cenar.

Según consta en la resolución del juez, otra testigo dijo que esa misma noche el acusado advirtió que “si ella (por su ex mujer) no era de él, no iba a ser de nadie”.

Además, para tomar la decisión, el magistrado aguardó tener en sus manos algunos de los peritajes ordenados por el fiscal, entre ellos los realizados por los bomberos en la escena del incendio. De acuerdo con ese informe, las víctimas murieron por la inhalación de gases producto del incendio, mientras que el único que además sufrió graves quemaduras fue un niño de 4 años.

Aún se esperan los resultados de estudios psicológicos a los que fue sometido Méndez en el Hospital Posadas, de Haedo.

El Memo Méndez (de 30 años) fue detenido el 9 de este mes, cuando se hallaba escondido en la casa de su abuela, en la localidad bonaerense de Villa Domínico, ya que sobre él pesaba un pedido de captura nacional e internacional. Desde entonces, el acusado está alojado en la Unidad Carcelaria 46 de José León Suárez, en el partido de San Martín, donde fue sometido a peritajes psiquiátricos y psicológicos para determinar si es o no imputable, ya que con anterioridad había estado internado en neuropsiquiátricos.

Al ser indagado, el Memo Méndez admitió que tenía una “relación conflictiva” con su ex mujer, se negó a declarar sobre si tuvo vinculación con los homicidios y le pidió al fiscal ver a un pastor evangelista.

Días después del hecho, peritos que trabajan en la investigación confirmaron que dentro de la casa que se incendió, y en la que murieron las ocho víctimas, hallaron una botella con líquido inflamable que ayudó a propagar el fuego. Se trata de un envase plástico de gaseosa, que los peritos encontraron semiderretido dentro de la escena del crimen, en el barrio El Pericón, de Merlo. La principal hipótesis es que esa botella fue arrojada encendida por el ventiluz de la vivienda –la única abertura que tenía la casa– como una bomba incendiaria.

La masacre fue cometida el jueves 8 de mayo pasado, en una casa precaria de siete por cuatro metros ubicada en las calles Iwanowski y Larsen. Allí murieron la ex mujer del detenido, María Karina Flamenco (38); su actual pareja, Gastón Olivera (31); y sus seis hijos: Yael (13), Briana (11), Sakira (10), Alejo (6), Nayla (5) e Ian (4), este último hijo del propio detenido.

Ledesma Méndez fue mencionado desde el inicio de la investigación como sospechoso ya que, según declararon familiares y vecinos de las víctimas, vivía acosando y amenazando a su ex mujer por haber vuelto a convivir con Olivera y ésta lo había denunciado. “Todos sabíamos de las amenazas que Ledesma le hacía, muchos vecinos veían cuando la golpeaba en la calle. También ella me contó el episodio de cuando fue a cobrar y un policía vio que él la llevaba a los empujones”, declaró ante la Justicia la hermana de la mujer asesinada, llamada Yamila.

Esta mujer también relató que su hermana “siempre me decía que no había que mostrarle miedo a Ledesma porque, si no, era peor; pero ya el último tiempo le tenía pánico, casi no salía de la casa y a la nena no la llevaba al jardín porque tenía miedo de salir”.

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Los peritos encontraron evidencias de que el origen del fuego en la casa fue intencional.
 
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