El río Paraná continúa en crecida en la costa de Chaco. Ayer a la mañana, el caudal marcó 6,91 metros en Barranqueras y la Administración Provincial de Agua (APA) espera que entre hoy y mañana alcance su pico en la ciudad, “con valores cercanos a 7,10 y 7,30 metros”. En la provincia, cuatro departamentos fueron declarados en emergencia hídrica y más de tres mil pobladores resultaron afectados. El río también creció en las últimas horas en Entre Ríos, aunque sin provocar evacuaciones. La Entidad Binacional Yacyretá informó ayer que los caudales del Paraná presentan valores cercanos a los 30 mil metros cúbicos por segundo, más del doble de los niveles normales, pero a partir del jueves se encontrarán “por debajo de la marca de alerta, los 3,50 metros”. El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, visitó las zonas afectadas y anunció ayuda de la Nación.

En principio, se había previsto que el máximo caudal del río Paraná iba a llegar a Chaco el domingo, luego del nivel de aguas registrado días atrás en Paso de la Patria, Corrientes, punto de confluencia de los ríos Paraguay y Paraná. La Administración Provincial del Agua indicó que a las 8 de ayer, el río alcanzó los 6,91 metros en Barranqueras, con un ascenso de 0,10 metro en las últimas 24 horas.

El gobernador de la provincia, Juan Carlos Bacileff Ivanoff, declaró la emergencia hídrica en los departamentos de Libertad, San Fernando, 1º de Mayo y Bermejo. Los últimos tres son los más afectados.

Los municipios asisten diariamente a más de tres mil personas afectadas, que se autoevacuaron a zonas más altas por el avance del río y pertenecen en su mayoría a Puerto Vilelas, Antequeras y el barrio San Pedro Pescador, ubicado a un costado del puente que une al Chaco con Corrientes. Además, coordinan acciones de asistencia con organismos nacionales como al Senasa, INTA y Gendarmería.

Estimaciones de la Comisión Provincial de Sanidad Animal (Coprosa) indican que el avance de las aguas afectó a 270 establecimientos, 197 productores y un total de 128 mil cabezas de ganado vacuno, ovino y caprino.

En Entre Ríos, el Paraná también creció en las últimas horas, en toda la costa menos a la altura de Victoria, pero sin provocar aún evacuaciones de pobladores costeros. La gobernación ya puso en vigencia el protocolo para hacer frente a la crecida y preparó los lugares donde se alojará a los evacuados. Se calcula que en la ribera entrerriana será necesario evacuar entre 1500 y 2000 personas.

El río tenía ayer frente al puerto de La Paz una altura de 5,15 metros, una suba de 0,05 metro respecto de lo registrado el domingo. La ciudad entrerriana, que será la primera en sentir los efectos de la inundación, entrará en la etapa de alerta cuando el río alcance una altura de 5,80 metros y las evacuaciones comienzan a los 6,15 metros.

En Santa Elena, el río estaba en un nivel de 5,05 metros; en Hernandarias, 4,60; en Paraná, 3,90; y en el puerto de Diamante, la altura era de 4,37 metros. Mientras tanto, Victoria fue el único lugar donde el cauce bajó 1 centímetro y se ubicó en los 4,10 metros.

Según datos del Servicio de Sanidad Animal (Senasa), en las islas entrerrianas hay pastando casi 600.000 animales, cuyos propietarios ya comenzaron a evacuarlos para evitar que mueran ahogados durante la inundación.

El Concejo Municipal de Santa Fe autorizó ayer al Ejecutivo local a realizar contrataciones y compras para paliar la emergencia hídrica decretada días atrás. De esta forma, no se realizará el procedimiento habitual de selección de contratista, lo que permitirá acelerar la respuesta ante la crecida del Paraná, que podría afectar las costas de la capital santafesina.

En tanto, el intendente de la ciudad formoseña de Clorinda, Manuel Celauro, advirtió que por la crecida del río Pilcomayo, dos mil personas fueron rescatadas en la zona por el avance del agua y estimó que “llegaremos a las 2500 personas”.

Por su parte, el intendente del departamento correntino de Ituzaingó, Oscar Piñón, confirmó ayer que “pasó el pico producido por todas estas lluvias que comenzaron en Brasil. Estamos esperando para relocalizar a las familias en sus lugares habituales”. El jefe comunal ratificó que 90 familias continuaban alojadas en las islas del departamento y 30 en el territorio continental.