Martes, 2 de septiembre de 2014 | Hoy
SOCIEDAD › UNA MUJER LOGRó DENUNCIAR A QUIEN LA TRANSPORTABA HACIA SANTA CRUZ
Por Soledad Vallejos
Mañana, por primera vez en Tucumán, comenzará un juicio oral y público por el delito de trata de personas con fines de explotación sexual. La causa, que por la naturaleza del delito tramita en la Justicia Federal, data de 2008, cuando C., una tucumana menor de edad, comprendió en pleno viaje que Verónica Olivera, la prima que le había prometido empleo en una academia de folklore en Puerto San Julián (Santa Cruz), no la estaba llevando para eso sino para explotarla sexualmente en uno de los locales regenteados por Ana Alicia Taviansky, la mujer que había pagado los pasajes de ómnibus. La joven C. fue rescatada antes de sufrir la explotación sexual, por lo que “se va a juzgar la responsabilidad de las imputadas en las fases de captación y traslado”, previstas por la Ley 26.364, de Prevención y Sanción de la Trata de Personas, explicó el abogado Agustín Aráoz Terán, de la Fundación María de los Angeles, quien representa a la víctima rescatada.
Está previsto que el debate oral se desarrolle en tres jornadas, mañana, el 9 y el 10 de septiembre, ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Tucumán. Las imputadas serán representadas por un defensor oficial, Ciro Lo Pinto, mientras que por parte de la fiscalía participarán un fiscal federal subrogante, Leopoldo Peralta Palma, y una representante de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), Valentina García Salemi.
Lo que va a juzgarse sucedió en 2008. C., una joven tucumana menor de edad, que buscaba trabajo y se encontraba en situación de vulnerabilidad económica, creyó en la palabra de Olivera, una prima suya, acerca de una fuente laboral en el sur. Olivera la había persuadido de viajar a Puerto San Julián, en Santa Cruz, donde le garantizaba empleo en una academia de folklore. Con anuencia de su familia, la joven aceptó. Durante el viaje en ómnibus entre San Miguel de Tucumán y Puerto San Julián, C. escuchó una conversación telefónica entre Olivera y su presunta futura empleadora, Taviansky, quien había pagado los pasajes para que ambas se trasladaran. Por esa conversación, la joven comprendió que estaba siendo llevada a un prostíbulo, por lo que envió un mensaje de texto a su familia, indicando que todavía el ómnibus no había realizado la parada programada en Córdoba. Luego de eso, la familia “radicó la denuncia con el asesoramiento de la Fundación”, explicó el abogado Aráoz Terán.
“Sabiendo que el transporte tenía programada una parada en la ciudad de Córdoba, agentes de la División Trata de la policía de esa provincia rescataron a la víctima, en la terminal, y dieron aviso a las autoridades federales de Tucumán, que restituyeron a la chica” a su familia, explicó el abogado. Luego, las investigaciones sobre Taviansky, la mujer que había pagado los pasajes y que esperaba la llegada de la joven y su prima, permitieron verificar “su actividad ilícita y la habitualidad en la práctica de trasladar mujeres en condición de vulnerabilidad para ser explotadas en sus establecimientos e incluso obligarlas a residir en ellos”, agregó.
Taviansky llegará al debate oral cumpliendo prisión preventiva. Su defensor oficial había pedido la excarcelación, pero la Cámara Federal de Casación Penal consideró que existía riesgo de que se fugara y alterara pruebas. Para ello, la Justicia consideró un informe de Gendarmería sobre El Lobito, un local regenteado por Taviansky en Puerto San Julián, y en el que las mujeres que se prostituían “son oriundas de otras provincias” y “durante los horarios diurnos viven en el mismo cabaret o en el domicilio” de Taviansky.
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