Una nueva amenaza. Esta vez, mediante una carta que estaba oculta en un ramo de flores que le dejaron en su despacho. Se trata del fiscal platense Víctor Violini, que investiga por enriquecimiento ilícito a más de quince altos jefes de la Policía Bonaerense. En tanto, se supo que las amenazas que había recibido a principios de mes habían sido escritas por una empleada de su oficina que trabajaba como meritoria en los tribunales de La Plata.
El martes pasado, en la fiscalía de Violini apareció un ramo de rosas blancas y rojas que contenía una misiva con un texto amenazante, cuyo contenido no fue dado a conocer. El letrado denunció la intimidación ante su par Daniel Urriza. En tanto, fuentes judiciales indicaron que la anterior amenaza que sufrió Violini fue efectuada por una estudiante de Derecho que trabajaba como meritoria en la misma dependencia del fiscal. La responsable está identificada, pero por motivos legales, su nombre no trascendió.
Después de recibir la primera amenaza, Violini ordenó peritar todas las computadoras de su oficina. Se comprobó que la máquina donde se escribió la primera carta pertenecía al Ministerio Público. Aquel texto respetaba los márgenes, formatos y también las medidas de encabezamiento correspondientes a los escritos judiciales.
En aquella oportunidad, le advirtieron a Violini que “cuide” a su gente. Además se leía una enigmática frase: “A esta altura se preguntará cómo llegó esta nota a su oficina. Se lo preguntará siempre y no encontrará respuesta. Nosotros llegamos siempre donde queremos”.