La Justicia federal recibió de la defensa de la vedette Victoria Xipolitakis el celular con el que grabó el vuelo dentro de la cabina de un avión de Austral, hecho por el cual fue imputada en una causa penal junto a los dos pilotos. La policía realizó allanamientos en domicilios de la vedette con resultado negativo; uno en San Isidro, otro en las torres Le Parc de Puerto Madero; otros dos corresponden a un terreno baldío y otro, a un cuartel de Bomberos en Rosario. La imputada tampoco pudo ser localizada en el domicilio de sus padres. Según versiones periodísticas, la vedette habría tentado a varios medios por el video. Asimismo, los pilotos quedaron cesanteados por la compañía aérea y sus respectivos domicilios también fueron allanados. Los tres están acusados de “atentado” y de “poner en peligro la seguridad de la nave”, según el artículo 190 del Código Penal. Mientras Xipolitakis evalúa denunciar a los pilotos por “acoso sexual”, su abogado pedirá por escrito la eximición de prisión, puesto que la vedette “podría estar en una situación de inimputabilidad, no por locura sino por ignorancia”.

Tras el bochornoso episodio ocurrido la semana pasada en un vuelo vespertino que iba hacia Rosario, la Justicia le pidió a Vicky Xipolitakis el celular con el que grabó su vuelo en la cabina del avión de Austral, y la defensa accedió al pedido. Las imágenes fueron exhibidas en tevé y en ellas se ve a la vedette y a los pilotos en la cabina del avión Embraer. Además, la Justicia le requirió a la empresa Austral las novedades del vuelo AU 2708 que iba ese lunes 22 del Aeroparque Jorge Newbery hacia Rosario para conocer si hubo alteración en los protocolos causada por la vedette o los pilotos que pudiera poner en riesgo la seguridad de los pasajeros.

Austral Líneas Aéreas denunció a los pilotos Patricio Zocchi y Federico Soaje por el delito de “puesta en peligro de la seguridad de una nave” al permitir a la vedette permanecer en la cabina del avión y dejar que manipule los controles durante el despegue. El viernes pasado fueron allanados los domicilios de ambos pilotos –cesanteados por la compañía– y se secuestraron tres teléfonos, uno de los cuales contiene imágenes de la vedette en la cabina de vuelo.

Pero los allanamientos realizados en dos domicilios registrados de Xipolitakis, uno en San Isidro y otro en la torre Le Parc de Puerto Madero, dieron resultado negativo, ya que no vive en ellos; tampoco fue localizada en la casa de sus padres en Lanús. Otros domicilios declarados y verificados por la Policía de Seguridad Aeroportuaria corresponden a un cuartel de bomberos en Rosario y a un baldío.

El abogado Fernando Burlando, que representa a Xipolitakis, accedió al pedido de entrega voluntaria del teléfono cuando se presentó en el juzgado para requerir información sobre la situación legal de su representada. Y puesto que el incumplimiento a esta cláusula tiene prevista una condena de 2 a 8 años de cárcel, el defensor pedirá al fiscal en forma anticipada la eximición de prisión para la vedette. “Es un escándalo para todos. Ella no ha sido la protagonista, hubo gente responsable que no hizo lo que debía hacer. El comandante tiene poder de disciplina sobre la tripulación y los pasajeros”, sostuvo el letrado.

Tras considerar que la vedette de descendencia griega tenía absoluta “ignorancia” de lo que estaba haciendo, Burlando señaló que están evaluando denunciar a los pilotos del vuelo de Austral por “acoso” o “abuso sexual”, porque ella fue “una víctima de la situación”.

El presidente de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, no descartó que el hecho y la filmación sean parte de una operación política para adjudicarle alguna responsabilidad en el episodio durante la campaña electoral a la Jefatura de Gobierno porteña, que concluye el domingo próximo.

El viernes, en el programa Infama, el periodista Rodrigo Lussich dijo que la vedette le habría ofrecido el video del vuelo. “Tengo videos que son tremendos”, dijo que le escribió Xipolitakis por Whats App. “En plena elección, a Recalde lo matan.” Según el periodista, la vedette le ofreció ver las imágenes y que si no le interesaban le avisara “así las uso bien”.