En un hecho sin precedentes, comenzará en el Vaticano el proceso por pedofilia iniciado a un ex nuncio en la República Dominicana acusado de abusos sexuales a menores y posesión de pornografía infantil. Se trata del polaco Jozef Wesolowski, quien ya fue sancionado en el plano canónico el año pasado cuando el Santo Oficio lo expulsó del sacerdocio, la sanción más dura contra un prelado. La jerarquía de la Iglesia quiere garantizar un juicio imparcial y la primera sesión será pública. Algunas asociaciones de lucha contra la pedofilia desconfían de la celeridad el proceso, que será interrumpido durante el receso estival. El tribunal del pequeño Estado juzgó en 2012 a un mayordomo del papa Benedicto XVI acusado de revelar documentación confidencial.

El juicio a un prelado acusado de pedofilia dará comienzo hoy. Será la primera vez que un ex arzobispo es procesado por delitos de pederastia en el Tribunal del Estado Vaticano. Jozef Wesolowski, destinado como nuncio en la República Dominicana entre enero de 2008 y agosto de 2013, está imputado por haber mantenido relaciones sexuales pagas con menores en la llamada “zona colonial” del centro histórico de Santo Domingo. Las acusaciones se basan en pruebas aportadas por testimonios recogidos por la Justicia del país caribeño.

Del mismo modo, el diplomático vaticano será juzgado por posesión de material pornográfico con menores, descubierto durante su estadía en Roma, entre agosto de 2013 y el 22 de septiembre de 2014, cuando ya estaba detenido. En junio de este año, Wesolowski fue expulsado del sacerdocio, lo que constituye la medida más severa aplicada contra un prelado.

Para este proceso, la Corte estará presidida por Giuseppe dalla Torre, quien ya instruyó el juicio al ex mayordomo de Benedicto XVI por el caso Vatileaks, en tanto que el fiscal será Gian Piero Milano, quien investigó el caso.

El ex nuncio deberá responder por los delitos que se le imputan en dos períodos diferentes: por una parte, durante los cinco años que pasó en la República Dominicana como representante diplomático vaticano y, por otra, como delegado apostólico en Puerto Rico, período en el que presuntamente pagaba por mantener relaciones sexuales con menores.

Desde Santo Domingo, el procurador general dominicano, Francisco Domínguez Brito, dijo esperar que “prevalezcan la verdad, la justicia y que haya sanciones”. “Confiamos plenamente en lo establecido por ese tribunal. Son jueces de mucha experiencia y de mucha capacidad”, dijo. El tribunal vaticano ya albergó un célebre juicio en 2012, al juzgar al ex mayordomo del papa Benedicto XVI, Paolo Gabriele, condenado por transmitir a la prensa italiana documentos confidenciales, aunque luego fue indultado.

El juicio se desarrollará según las normas previas a la reforma penal de 2013, ya que ésta carece de efecto retroactivo. Asimismo se desconoce la duración, que como explicó recientemente el portavoz vaticano, Federico Lombardi, contará con la pausa correspondiente a las vacaciones de verano. Pero que la primera audiencia de este histórico proceso sea pública, ilustra la nueva línea dura del Vaticano para enfrentarse una situación que desacredita a la Iglesia Católica, por lo que todas las pruebas serán analizadas “con el mayor escrúpulo”. El Vaticano subrayó que el tribunal podrá utilizar “peritajes técnicos sobre los aparatos informáticos utilizados por el acusado” o “eventualmente formas de cooperación judicial internacional para la evaluación de las pruebas testimoniales procedentes de las autoridades competentes de Santo Domingo”. De ser encontrado culpable, Wesolowski podría tener una condena de seis o siete años de cárcel.

Pese a esas medidas, algunas asociaciones que luchan contra la pedofilia critican la lentitud y el método con el que la Iglesia encara el problema. “No es fiable que curas juzguen a curas”, lamentó la asociación estadounidense de víctimas (SNAP).

Wesolowski, quien el próximo miércoles cumplirá 67 años, fue sometido a arresto domiciliario en septiembre pasado por voluntad de Francisco. Por los escándalos de pedofilia en la Iglesia, el Papa llegó a pedir perdón. Francisco aceptó también la renuncia de dos obispos estadounidenses, al valerse de una disposición del código de derecho canónico que los invita a renunciar por haber cometido una falta grave.

El escándalo del ex nuncio fue descubierto en una investigación para la televisión dominicana de la periodista Nuria Piera, en la que se aseguraba que Wesolowski pagaba por mantener relaciones sexuales con menores en el país. Tras el programa, el cardenal dominicano Nicolás de Jesús López Rodríguez informó al papa Francisco las denuncias sobre Wesolowski y calificó el asunto de “sumamente grave”.