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Con respecto al artículo de opinión “La historia del CELS, un relato fallido”, firmado por Isabel Mignone, Mercedes Mignone y Javier Mignone y publicado en este diario en la edición del 19 de agosto del 2015, entendemos el dolor que nuestra investigación ha causado a la familia Mignone.

Sin embargo, no podemos dejar de decir que la frase que objetan es una cita textual del testimonio que nos brindó Julio Raffo, ex director ejecutivo del CELS, y que dicha frase coincide con testimonios de Horacio Verbitsky y Alicia Oliveira acerca del comportamiento de Mónica Mignone en esa época. También tomamos en cuenta el testimonio de Isabel Mignone, quien no habló de lo que dijo Raffo porque no le preguntamos, pero negó lo que nos declararon Verbitsky y Oliveira. Estos testimonios están grabados y fueron leídos en persona a representantes de la familia Mignone cuando nos hicieron saber su malestar por lo que dice el libro.

No nos corresponde juzgar lo que los hermanos dijeron y no dijeron, lo que saben y lo que no quieren saber, y lo que su padre declaró y lo que no declaró acerca del secuestro y la desaparición de Mónica Mignone en 1976, y las razones detrás de esas decisiones.

Nuestra verdad, lo que aprendimos acerca de la historia del CELS y de Emilio y Mónica Mignone, con nuestras limitaciones y nuestras imperfecciones, es lo que escribimos en el libro. Y estamos orgullosos de haber escrito Derechos Humanos(r) La historia del CELS. De Mignone a Verbitsky, de Videla a Cristina, entre otras razones, porque revela verdades dolorosas, incómodas y políticamente incorrectas que habían sido silenciadas durante décadas por los dueños de la narrativa de los derechos humanos en la Argentina.