El intendente de Bahía Blanca promulgó la ordenanza que prohíbe la actividad de cabarets en todo el partido y anunció que revisará los permisos ya concedidos para determinar si alguno encubre formas de “comercio sexual”. “Habrá un plazo de 120 días, de los cuales 30 serán para que los dueños de los citados locales presenten un plan alternativo de funcionamiento y otros 90 para (que puedan realizar) reformas y adaptarse a la ordenanza”, informó un vocero del intendente Gustavo Bevilacqua.

En abril de este año, el Concejo Deliberante de Bahía Blanca aprobó la ordenanza que estableció “el cierre definitivo de todos los espacios donde se promueva la explotación sexual con o sin consentimiento obteniendo con ello lucro, ganancia, comisión o algún tipo de beneficio en su provecho”.

La misma ordenanza indica que la autoridad de aplicación será “una unidad administrativa integrada por un representante de las Secretarías de Desarrollo Social, Salud Pública, Economía y Hacienda y Gobierno”. Ese cuerpo debería “articular los programas existentes e implementará acciones intersectoriales para cumplir con los fines” de la normativa, que también prevé “un régimen de auditoría para evaluar el cumplimiento de las inspecciones y propondrá los cambios necesarios en su texto e implementación”.