SOCIEDAD › DOS POLICíAS Y TRES PATOVICAS INVESTIGADOS POR LA MUERTE DE ESCOBAR
Dos uniformados del Comando Radioeléctrico de Rosario y tres patovicas del boliche La Tienda fueron detenidos. Están imputados por la muerte de Pichón Escobar. El joven apareció flotando en el Paraná. El último lugar donde se lo vio con vida fue en la disco.
› Por Horacio Cecchi
Dos uniformados y tres patovicas de la disco La Tienda, de Rosario, fueron detenidos por la muerte de Gerardo “Pichón” Escobar, cuyo cuerpo apareció flotando en el río Paraná frente al Monumento a la Bandera el 21 de agosto, después de haber permanecido desaparecido una semana. Algunas guías clave sugerentes para seguir el caso: La Tienda es el lugar donde se lo vio con vida por última vez; la señal del celular de Pichón fue localizada en la casa de uno de los patovicas detenidos; uno de los policías estaba con uso de licencia psiquiátrica, pero seguía trabajando como seguridad del boliche; el cuerpo de Escobar fue hallado flotando, pero en sus pulmones no había agua; sus ropas estaban enchastradas de barro, pero su celular estaba reluciente como nuevo. Las detenciones tuvieron lugar dos días después de la marcha en reclamo de justicia, y un día antes de la fecha en que se conmemora el Día Internacional del Detenido Desaparecido. Hay motivos para asociarlo: Pichón estuvo desaparecido una semana y, si bien no hay datos que lo presenten como detenido, fue secuestrado y muerto por uniformados, lo que sostiene el reclamo del abogado de la familia, Salvador Vera, y el defensor general de Santa Fe, Gabriel Ganón, quienes solicitan que la investigación pase a la Justicia federal como desaparición forzada. Los casos de Luciano Arruga, en territorio bonaerense, y de Iván Torres, en Trelew, lo anteceden y marcan el camino del cambio de fuero.
Las detenciones de los cinco imputados tuvieron lugar durante la madrugada del sábado por pedido de los fiscales Marisol Fabbro y Rafael Coria. A los dos uniformados los detuvo Asuntos Internos de la Unidad Regional II. Se trata de César Darío A. y Luis Alberto N. (cuyas identidades completas no fueron proporcionadas como corresponde aunque sólo ocurre en estos casos), dos polis del Comando Radioeléctrico; mientras que José Luis C., Cristian Jesús V. y Maximiliano A. (ídem), los patovicas, fueron detenidos por uniformados del TOE (Tropas de Operaciones Especiales).
Las detenciones, según informaron desde la investigación, surgen por imágenes de las cámaras de seguridad, que no coinciden con las declaraciones de los cinco. Cuatro de los detenidos fueron a parar a la cárcel de Piñero y el quinto a la Unidad 3, posiblemente el que será imputado del homicidio. Hoy se realizarán las audiencias en que se tomarán las declaraciones y se les dará a conocer las imputaciones.
Este diario ya había señalado que el fiscal regional Jorge Baclini había sostenido ante los medios la ausencia de señales de violencia, lo que en un cuerpo que se halla flotando en el Paraná lleva a entender que murió ahogado sin intervención de nadie. Pero Víctor Moglia, perito de la Defensoría General, no siguió la sugerencia: determinó que el cuerpo tenía marcas de violencia y que, para reafirmarlo, en los pulmones no se hallaron rastros de agua, lo que lleva a entender algo muy distinto de lo sugerido por el fiscal regional: si murió ahogado no fue por inmersión. Pero además encontró una marca a la altura del hígado, y otra en los testículos, que mostraban inflamación.
Baclini descartó la violencia asegurando que la marca del hígado era muy pequeña y se estaba analizando, y que la inflamación de los testículos se debía al efecto de la acción del agua durante el tiempo. Pero la teoría oriental del arroz no es aplicable. Moglia demostró que el agua produce depresión y reducción.
En sus declaraciones a los medios, Baclini, fiscal Regional de la 2ª Ciurcunscripción Judicial (Rosario), no mencionó una coincidencia de apellidos: una pasante a su cargo tiene parentesco con el dueño del boliche en cuestión.
A todo esto, el defensor general, Gabriel Ganón y el médico Víctor Moglia, fueron citados por carta documento por la fiscalía por sus declaraciones públicas sobre el caso Casco, que antecedió al de Escobar y en el que surgen fuertes evidencias de violencia y participación policial. De hecho, en lugar de un boliche, el último lugar donde Casco fue visto con vida antes de aparecer flotando en el Paraná fue en la comisaría 7ª.
La fiscalía que investiga el caso de Pichón citó también al abogado Vera, abogado de la familia y de la Asamblea por los Derechos de la Niñez y la Juventud. El motivo: sus declaraciones a una emisora radial, sobre la falta de preservación de la escena del crimen. Vera había denunciado que el celular del joven que se halló entre la ropa embarrada de Pichón, como los pulmones del joven, no tenía rastros de agua ni de barro.
La muerte de Pichón Escobar parece una mezcla de prepotencias de patovica y tramas y amiguismos como cobertura, en la que el negocio narco y el paraguas político policial tiene su protagonismo.
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