SOCIEDAD › PROCESADO POR MANOSEAR A UNA CHICA
Pagando por tocar
Un juez procesó e impuso un embargo de 5000 pesos sobre los bienes de un albañil que está acusado de tocarle la cola a una joven mujer en la estación ferroviaria de Constitución. En la misma resolución, el juez Roberto Grispo sobreseyó al novio de la joven, quien golpeó y causó lesiones al abusador, por considerar que actuó en legítima defensa de su pareja. El magistrado determinó que el hombre cometió “abuso sexual”.
Como el encausado no registraba antecedentes criminales y el Código Penal establece para ese delito una escala punitiva de seis meses a cuatro años de cárcel, le concedió la excarcelación y dictó el procesamiento sin prisión preventiva.
El episodio que originó el sumario ocurrió el 30 de septiembre último, cuando Natalia Inés (las fuentes preservaron el apellido de la damnificada), junto a su novio Matías y una amiga esperaban en uno de los andenes de la estación Plaza Constitución para subir a un tren con destino a la localidad bonaerense de Glew.
Esa tarde, cuando comenzó el ascenso al tren, la chica sintió que un hombre le tocaba la cola –tal como declaró en el expediente–, mientras le gritaba: “Dale, dale, subí”. Luego, agrega la denuncia, volvió a colocarle “en forma alevosa” las manos en las nalgas y la empujó hacia el interior del vagón.
De acuerdo con el relato de la mujer, como la agredida intentó defenderse, el acusado “se colocó en posición como para pegarle”, lo que habría sido impedido por el novio, quien golpeó al albañil hasta que personal policial se hizo presente en el lugar.
En su indagatoria, el denunciado negó haber cometido el hecho por el que fue imputado, proclamó su inocencia y aseguró que en aquella ocasión trató de impedir que la joven, su amiga y su novio se adelantaran en la fila para subir al tren.
El juez evaluó, en cambio, que los elementos reunidos durante la instrucción de la causa, entre ellos la declaración testimonial de los efectivos policiales que tomaron intervención para que cesaran los hechos de violencia, “son suficientes para tener por acreditado que el ilícito sucedió”, como lo denunció la víctima.
“En efecto –expuso Grispo–, con las constancias agregadas al legajo se acredita que el acusado tocó los glúteos de la denunciante e intentó pegarle, circunstancia que fue advertida por el novio, quien reaccionó en defensa de la integridad física de su prometida.”
El magistrado calificó como “falaces” los dichos del procesado y sostuvo que “su endeble estrategia defensista no alcanza para convencer el ánimo del juzgador”, ya que consideró que el albañil “satisfizo en cierta forma alguna apetencia sexual propia” con una acción que no fue consentida por la víctima.