En un clima caldeado, la Metropolitana y la Federal reprimieron a una marcha de manteros antes de realizar un corte en el cruce de Nazca y Avellaneda, en el barrio porteño de Flores, al dispersar a manifestantes que marchaban en contramano y amagaban con impedir que los vehículos pudieran circular. El operativo se desplegó en avenida Avellaneda, desde Condarco hasta Bahía Blanca y las calles que las cruzan, en especial por avenida Nazca. Los manteros protestaban porque el gobierno porteño les impide desarrollar sus trabajos y denuncian que unas 6 mil familias quedarán sin trabajo.

Uniformados de la Policía Federal y de la Metropolitana estuvieron ayer por la mañana apostados en la avenida Avellaneda a lo largo de 10 cuadras para impedir que los manteros se instalen en el lugar. Hubo máxima tensión, tumulto, corridas y lanzamiento de gases por parte de efectivos policiales que ocurrieron cuando los manteros se dirigían hacia Avellaneda al 3800, donde cerraban con una asamblea un día cargado de protestas que había comenzado con el desalojo de un inmueble en el mencionado barrio porteño.

Al respecto, fuentes del Ministerio de Seguridad porteño precisaron que “los incidentes se dieron sólo con tres manteros que se negaron a liberar carriles en calle Avellaneda, por lo que la policía utilizó gas pimienta para dispersar a uno de ellos, sin que hubiera incidentes mayores”. En tanto, la versión de los manteros es que venían marchando “por Rivadavia y Nazca para terminar con una asamblea en plaza Vélez Sarsfield, pero no llegamos ni a mitad de camino porque la Metropolitana nos interceptó con golpes y gas pimienta, y dejó diez compañeros heridos”, contó Iván Terán, delegado de la organización Vendedores del Espacio Público de Flores. El dirigente aseguró que no quieren “heridos ni arrestados”, pero que “no se moverán hasta encontrar una solución”.