Martes, 5 de julio de 2016 | Hoy
SOCIEDAD › PARA QUé SIRVIó AL FINAL LA TéCNICA DE LA CLONACIóN
Cuando hace 20 años nació Dolly, la oveja clonada, muchos interpretaron la toma de control del ser humano sobre el ADN como anticipo de futuros avances, por ejemplo en materia de trasplante de óganos. Otros, en cambio, temblaron ante el advenimiento de un mundo hecho de seres idénticos criados como piezas de repuesto. En realidad, nada de eso ocurrió.
La clonación humana, un proceso complejo, riesgoso y éticamente cuestionable, fue finalmente reemplazado por otras tecnologías como fuente de la medicina regenerativa.
“No produjo lo que se esperaba”, comenta Rosario Isasi, del Instituto de Bioética y Política Sanitaria de la Universidad de Miami. “Hubo un momento de euforia: se pensó que finalmente seríamos capaces de comprender mejor los mecanismos de las enfermedades, usarlo como tratamiento para la infertilidad –explicó–. Pero no fue así”.
Dolly, la oveja más famosa del mundo, fue el primer mamífero clonado mediante una técnica denominada Transferencia Nuclear de Células Somáticas (TNCS). Consiste en retirar el núcleo de la célula con su correspondiente ADN de una célula que no sea un óvulo o espermatozoide –una célula de la piel, por ejemplo– e implantarla en un óvulo no fecundado, al que previamente se retiró el núcleo. En el caso de Dolly, la célula fue tomada de una glándula mamaria. Una vez realizada la transferencia, el huevo reprograma un embrión a partir del ADN que comienza a desarrollarse como hijo de un solo progenitor.
No se conoce a la fecha una clonación de ese tipo con humanos. Existe una oposición global a la reproducción de humanos por clonación.
Aparte de las objeciones éticas y de derechos humanos a la creación de seres humanos como fotocopias, también hay un problema de seguridad. Sólo un puñado de animales clonados sobrevivieron al nacimiento, y muchos tuvieron problemas de salud posteriores.
Los expertos consideran que la oposición moral a la clonación como técnica de reproducción opacó en la opinión pública los beneficios potenciales de esta técnica en materia de medicina regenerativa. Por lo general, la gente teme que los científicos no sean capaces de resistir a la tentación.
“Una vez que definen los límites de salvaguarda, no hay forma de desviarse hacia la aplicaciones reproductivas”, asegura sin embargo Isasi. Aun así, mucha gente “teme que haya un desliz, que una cosa lleve a la otra, hasta que sucede algo malo. Esa es la principal preocupación que impidió el uso de la tecnología”.
La clonación puede no haber hallado aplicación directa en medicina, pero sin embargo impulsó el desarrollo de otras tecnologías, como la de células madre pluripotentes inducidas. Consiste en desarrollar células especializadas haciendo que remonten a niveles de desarrollo anterior, lo cual permite prescindir de recurrir a embriones.
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