Pablo Actis, de 23 años, fue condenado a prisión perpetua como autor del femicidio de su pareja, Agustina Turano, de 25, y luego simular el suicidio de ésta para desviar la investigación, en la ciudad entrerriana de Paraná. El tribunal compuesto por Miguel Angel Giorgio, José María Chémez y Elvio Garzón condenó a Actis por el delito de “homicidio doblemente agravado por el vínculo y violencia de género” y ordenaron que quede detenido hasta que la condena quede firme, por considerar que existe riesgo de fuga.

El tribunal concluyó que la víctima, hija de un ex vocal del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos, tuvo una “muerte violenta” en un “contexto de violencia de género” y descartó su tendencia suicida, como sostuvo Actis durante todo el proceso.

El tribunal afirmó que Actis “llegó a montar un escenario de suicidio para enmascarar el delito” y que, hasta el hallazgo del cuerpo de la víctima “contó con tiempo más que suficiente para alterar o modificar la escena del crimen”.

También se indicó que “el imputado presentaba en su cuerpo signos inequívocos de haber mantenido una lucha con otra persona en la vivienda que habitaba”.

“Luego de examinarse las muestras extraídas de su camiseta, comparadas con el perfil genético de la víctima, resultaron compatibles y se infirió que como resultante de la lucha, tanto la víctima como el imputado, sufrieron desprendimientos de células y sangre que quedaron impregnadas en la remera peritada y que se confirmó que la lucha tuvo lugar entre ellos hasta que el encartado hizo valer su superioridad física provocando la muerte de Agustina”, agrega el fallo.

Según el tribunal, Actis golpeó y mató a su pareja por compresión manual en el cuello provocándole la asfixia y luego montó un escenario de suicidio por ahorcamiento para simular el resultado que él mismo provocara.

La fiscalía y la querella solicitaron durante sus alegatos la misma pena por los mismos delitos por la que finalmente fue condenado Actis, mientras que el abogado defensor solicitó la absolución.

María Agustina fue asesinada el domingo 18 de mayo de 2014 en la vivienda de calle Maestro Alberdino 80 de Paraná, donde convivía con Pablo Actis y la hija de ambos de poco más de un año.

Ese día, Actis denunció en sede policial que se había retirado de la casa luego de una discusión de pareja, llevándose la hija.

Horas más tarde y luego de contarle a sus suegros detalles de la pelea, Actis regresó a su casa pero no pudo entrar por la puerta del frente porque, según sus declaraciones, tenía colocado el pasador interno, por lo que decidió entonces ingresar por la puerta del fondo rompiendo un vidrio.

Según Actis, al ingresar a su casa, encontró a su pareja ahorcada con una cuerda atada a un sillón, que cruzaba por arriba de una pared interna de mampostería que no llegaba hasta el techo.

Actis declaró que él mismo descolgó a su pareja, le mojó con agua la cara y que, al notar que no reaccionaba, salió corriendo en busca de ayuda.

Cuatro días después de haberse inhumado los restos de la joven, el juez de la causa, Mauricio Mayer, ordenó la exhumación del cadáver a raíz de algunas dudas surgidas de los análisis realizados por la División de Criminalística.

Entre las sospechas, los investigadores consideraron que había elementos suficientes como para interpretar que el cuello de la víctima había sido oprimido con la fuerza mecánica de una mano.

También se encontraron signos de fuertes golpes en diferentes partes del cuerpo de la víctima, lo que condujo al juez a interpretar que en lugar de un suicidio se estaba frente a un femicidio.