SOCIEDAD › CONVENIO PARA QUE NO AUMENTEN LOS TEXTOS ESCOLARES
Libros que ahora no muerden
El gobierno nacional acordó con las cámaras editoriales el congelamiento de precios durante todo 2004. El ministerio entregará 3,5 millones de textos a chicos con bajos recursos.
El Ministerio de Educación de la Nación firmó un convenio con las empresas asociadas a la Cámara Argentina del Libro y a la Cámara de Publicaciones para congelar los precios de los libros escolares durante este año. El titular de la cartera de Educación, Daniel Filmus, también anunció la compra de unos 3.500.000 de textos para ser distribuidos en la primera semana de abril entre alumnos con bajos recursos de primer grado, tercer ciclo de la EGB y polimodal de todo el país. En tanto, la subsecretaria de Defensa del Consumidor, Patricia Vaca Narvaja, adelantó a Página/12 que la semana próxima, el Gobierno anunciará nuevos convenios para mantener a raya los precios de artículos de librería y guardapolvos.
“Tres de cada cuatro alumnos de primer grado, pertenecientes a familias pobres, recibirán un libro en forma gratuita. Y a los chicos del tercer ciclo de EGB y Polimodal se les entregará dos libros a cada uno”, amplió Filmus. En total, el ministerio invertirá unos 50 millones de pesos para la compra de 450.000 textos escolares para primer grado y unos tres millones para los chicos que se encuentran en los últimos seis años de la escuela. “Con esta compra –que será realizada a través de una licitación con Poder Ciudadano–, duplicamos el mercado editorial”, se entusiasmó Filmus.
En sintonía con el convenio firmado con las editoriales, Vaca Narvaja anunció que “la semana que viene tenemos planeado anunciar nuevos acuerdos con las cámaras que nuclean a las librerías y a las fábricas de guardapolvos para congelar los precios”. En este sentido, la funcionaria aseguró que este año la canasta escolar se redujo un 5 por ciento, debido “a la disminución en los precios de las mochilas y algunos de los productos de librería”. De todos modos, dudó de que productos como el papel y los cuadernos “congelen los precios durante este año ya que el costo del papel sufrió un incremento”.
Las estimaciones que maneja el ministerio establecen que los precios de los textos del primer ciclo de EGB tendrán un costo de 28 pesos; los de EGB 2, entre 29 y 40 pesos; el de EGB 3, 35 pesos; y los textos del polimodal costarán, según la cartera, unos 40 pesos.
“El propósito de mantener los valores es ayudar a los padres, como consumidores, a mandar a sus hijos a la escuela”, señaló Vaca Narvaja. Para Filmus, el acuerdo que establece el congelamiento de precios de los textos “es decisivo, porque no hay educación sin libros”. “Las nuevas tecnologías no pueden reemplazar a los textos porque intermedian un espacio de integración, como es la escuela”, indicó el funcionario durante el lanzamiento del convenio, ante más de 20 ministros provinciales de Educación y una veintena de representantes de empresas editoriales.
Graciela Rosemberg, de la Cámara Argentina del Libro, sostuvo que las estadísticas indican que “hay un texto cada tres alumnos en Argentina”. En este sentido, sostuvo que “los países desarrollados son los que más consumen libros y su nivel educativo es consecuentemente superior. En cambio, Argentina, que fue ejemplo de educación para toda Latinoamérica, fue perdiendo posiciones y hoy presenta uno de los niveles más bajos del mundo”. Tanto Rosemberg como Filmus se refirieron “a las erráticas políticas implementadas por el Estado durante la última dictadura militar, que alimentaron la desvalorización social de la educación”.
Por su parte, Pablo Abeluto, de la Cámara Argentina de Publicaciones, manifestó que “estamos de acuerdo en que una educación con libros es infinitamente mejor que una sin libros” y advirtió que el hecho de que “no se usen libros se debe a un problema de la calidad de educación argentina”. Abeluto expresó el compromiso de la cámara para que “todos los chicos vayan por lo menos con un libro a la escuela”.
El convenio se firmó en el marco de la 63ª Asamblea Extraordinaria del Consejo Federal de Cultura y Educación con el objeto de “priorizar el uso del libro y para que los maestros recomienden su utilización”, según definió el secretario general del consejo, Domingo De Cara.