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La tarifa de los taxis en Capital Federal aumentará, a partir del próximo 22 de marzo, un 12,5 por ciento, según anunció ayer el secretario de Infraestructura y Planeamiento de la Ciudad de Buenos Aires, Roberto Feletti. Con esta suba, la ficha pasará de 0,16 a 0,18 centavos y la bajada de bandera se ubicará en 1,44 peso. Sin embargo, esta medida no contó con el visto bueno de las entidades que agrupan a los taxis. No sólo rechazaron la medida sino que además se declararon en estado de alerta y movilización. Por estas horas, los dueños de los taxis analizan realizar marchas, cortes del servicio nocturno y hasta bloqueos de calles ante la decisión del Gobierno porteño.
Las entidades reclamaron al Gobierno porteño que “revea inmediatamente el ajuste” porque “con este incremento, no solucionamos nada”, según afirmó el presidente de la Asociación Metropolitana de Propietarios de Taxis (AMPT), Enrique Celi, quien adelantó a Página/12 que el próximo lunes realizarán una conferencia de prensa para dejar sentado el rechazo a la medida. “Estamos muy dolidos y afligidos; el aumento es insuficiente y no han tenido en cuenta ninguna de nuestras razones en estos días de conversaciones”, señaló a tono el presidente de la Sociedad de Propietarios de Automóviles con Taxímetro, Humberto Moretti.
“El reclamo de los taxistas viene desde mediados del año pasado. Pero este año reiniciamos las conversaciones y llegamos a esta resolución. Ellos pedían un aumento del 25 por ciento, pero esa suba provocaría un impacto muy negativo para el consumidor”, explicó Feletti en conferencia de prensa, ayer por la tarde. Aunque la AMPT, la Asociación de Taxis de Capital y la Federación Empresaria de Taxis pedían el 25 por ciento, Celi admitió que estaban dispuestos “a bajar esa cifra al 18 por ciento”. Pero con el incremento anunciado “no llegamos a cubrir el precio de los insumos, sueldos de los choferes y mantenimiento”. Por este motivo, el lunes 8 a las 12 en la sede de la Federación, ubicada en Alsina 2990, realizarán una conferencia de prensa.
La Cooperativa de Taxistas Fonotax, que nuclea a choferes “independientes” no se quedó atrás en el reclamo. El lunes, desde las 14, realizarán una concentración en Alsina y La Rioja –frente a la sede de la Federación Metropolitana de Taxis– para reclamar a las autoridades del Gobierno de Buenos Aires y de la entidad “una urgente solución” al “inminente peligro de pérdida de la fuente laboral para 25 mil empleados”, según informaron en un comunicado. En este sentido, señalaron que de no mediar una solución, se implementarán el mismo lunes, desde las 16, “piquetes sorpresivos” en los domicilios y lugares de trabajo de diversos funcionarios de la Ciudad. Según la cooperativa, el sector sufrió una baja de la recaudación del orden del 40 por ciento que provocará más desempleo. En tanto, el Gobierno porteño también anunció que el próximo lunes realizará una reunión con representantes de las entidades de taxis y de asociaciones de consumidores para continuar las conversaciones, aunque Celi no descartó la posibilidad de rechazar la invitación. Feletti admitió que el incremento “no fue consensuado” con los empresarios del sector y sostuvo que ésta “no deja en una posición ideal” a los taxistas, pero explicó que “permite a los empresarios contar con un beneficio razonable y, al mismo tiempo, posibilita la disminución de la antigüedad del parque de taxis, minimizando los efectos negativos que el aumento de las tarifas acarrea para el usuario”.
Según el subsecretario de Tránsito y Transporte de la Ciudad, Andrés Borthagaray, “la metodología implementada para el aumento prevé cuestiones referidas al capital invertido, ingresos anuales, costos de operación y mantenimiento, y tasas de rentabilidad razonables para el sector, del orden del 15 por ciento sobre el capital invertido”. “Estos ítem –definió Borthagaray– permiten analizar las actualizaciones necesarias para una renovación del parque de taxis, reduciendo la antigüedad promedio actual de siete años a un nivel de entre 4 y 5 años.” “La metodología contempla factores que inciden en la estructura de costos y rentabilidad del sector,oscilante entre un 12 y 16 por ciento”, manifestó Feletti. Pero Celi aseguró que este incremento no permitirá la reinserción de “unos 8.000 autos gasoleros que debieron dejar de trabajar debido a los aumentos en el combustible”. El presidente de la entidad indicó que este incremento “sólo nos alcanza para sobrevivir, pero no para mejorar el sector, porque estamos funcionando en muy malas condiciones”.
Feletti anunció también la creación de una comisión que analizará la rentabilidad del sector, infracciones de tránsito y la posibilidad de conseguir créditos blandos para la renovación del parque. La comisión estará integrada por representantes de los usuarios, propietarios y trabajadores y “en 120 días deberá, a más tardar, presentar un paquete de propuestas para el mejoramiento del sector”, anticipó Borthagaray. En este paquete estaría incluida una moratoria para que los taxistas se puedan poner al día con sus deudas por “multas y cargas sociales de los choferes”.
Por su parte, Eduardo Ríos, de la Asociación de Empresas de Radiotaxis, manifestó a Página/12 que “con esta suba no solucionamos nada porque tenemos un atraso en la rentabilidad del sector del 75 por ciento. Desde 1996, sólo fuimos beneficiados con un ajuste del 14 por ciento y en el proceso de devaluación, tuvimos que absorber todos los gastos”.

Informe: Maricel Seeger.