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Después de casi tres años de desoír los reclamos de sus usuarios, finalmente Metrovías aceptó reintegrar el importe del pasaje del subte en caso de interrupción del servicio. La empresa debía cumplir con esa obligación desde 2001, cuando fue intimada por la resolución 955 de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT). Pero en lugar de devolver el dinero entregaba otro boleto. La prueba más evidente de que no acataba la normativa quedó registrada por cámaras de televisión y ocurrió ante la mirada atónita de varios cronistas, incluida una de Página/12. Fue el viernes 2 de abril, cuando un paro sorpresivo paralizó el servicio y un pasajero exigió el dinero en la estación Carlos Pellegrini, de la línea B. Como los boleteros se negaron, destrozó a patadas varias ventanillas de la boletería, hasta que un operario sacó de su bolsillo el importe y le pagó.
Ayer, el Ente Unico Regulador de los Servicios Públicos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires logró torcer el brazo de la empresa concesionaria del servicio de subte. “Como consecuencia de reiterados reclamos del Ente, iniciados en octubre de 2002, Metrovías procedió a comunicar este derecho de los usuarios a través de quinientos letreros informativos enviados por este organismo al concesionario. Anteriormente la empresa devolvía el boleto magnético, pero no así el dinero, cuando en realidad estaba obligada a hacerlo en caso de que el usuario lo requiriera”, informó el Ente, presidido por el periodista Carlos Campolongo, en un comunicado de prensa.
Al respecto, Campolongo dijo: “Este pedido del Ente de la Ciudad tenía casi dos años de vigencia y Metrovías se negaba a cumplirlo. Ahora los usuarios del subte conocen el derecho que tienen, lo que evitará discusiones que pueden derivar en incidentes como el que ocurriera hace algunas semanas. El reintegro en cualquiera de sus dos formas debe ser inmediato”. El Ente informó que tanto para exigir la devolución del dinero como de un nuevo boleto es necesario que el pasajero conserve el subtepass ya utilizado.
Curiosamente, la vocera de Metrovías, Lucila Maldonado, negó la resistencia de la empresa a cumplir con la resolución 955 de la CNRT. “Hace bastante que estamos devolviendo el dinero”, aseguró en diálogo con Página/12. Maldonado ni siquiera reconoció la negativa de Metrovías a acatar la normativa cuando este diario le recordó el violento episodio del 2 de abril, difundido en los noticieros de televisión y los diarios del día siguiente. “Estamos devolviendo el importe desde 2001”, insistió la vocera, contradiciendo al Ente y a notas de distintos diarios sobre otros paros que derivaron en la interrupción del servicio del subte, donde figuran testimonios de usuarios quejosos porque Metrovías no le reintegraba el dinero del boleto. “Lo que pasa es que devolver el subtepass es más rápido que devolver el dinero”, terminó argumentando Maldonado para justificar la actitud de la empresa.
La intervención del Ente en el conflicto se da en el marco de un reclamo del gobierno porteño a la Nación para que el control del servicio de subterráneos pase a la órbita de la ciudad. Hoy, su contralor depende de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte, ya que está catalogado como un servicio público nacional, un resabio de la época en que el intendente de Buenos Aires era elegido a dedo por el presidente. Aunque la ciudad es autónoma desde hace diez años, el subte nunca fue traspasado al Ejecutivo porteño.