SOCIEDAD
Una aclaración sobre el aborto que sonó bien a oídos del Vaticano
Kirchner aseguró ayer que está en contra de la despenalización del aborto. Lo dijo tras la polémica que despertó su ministro de Salud, quien dijo que esa medida reduciría la mortalidad materna.
El presidente Néstor Kirchner salió ayer a aclarar que está en contra de la legalización del aborto, mientras que el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, negó que el Gobierno impulse un proyecto para despenalizarlo. Ambos se pronunciaron luego de la polémica desatada en los últimos días por declaraciones del ministro de Salud, Ginés González García, quien planteó que, si la interrupción voluntaria del embarazo estuviera despenalizada, “probablemente mejorarían los tratamientos” y se reduciría la mortalidad materna, palabras que generaron un fuerte rechazo de parte del presidente del Pontificio Consejo de Justicia y Paz del Vaticano, cardenal Renato Martino, de visita en el país.
El aborto es la principal causa de muerte materna. Sólo en la provincia de Buenos Aires, cada 13 días muere una mujer como consecuencia de un aborto realizado en la clandestinidad, en malas condiciones sanitarias, y casi 32 mil mujeres ingresan por año a los hospitales bonaerenses con complicaciones por esas prácticas, según cifras oficiales. “Si estuviera despenalizado, probablemente mejoraríamos los tratamientos” porque “obviamente una actividad que se legaliza deja la clandestinidad, deja de hacerse donde se está haciendo en estos momentos, que son los lugares peores y muchos de ellos tienen consecuencias como la mortalidad materna”, señaló esta semana el ministro de Salud. No obstante, González García consideró que la sociedad argentina todavía no está preparada para debatir la despenalización.
Sus palabras enojaron al cardenal Martino, de viaje por la Argentina, y obligaron al Presidente y al jefe de Gabinete a bajarle el tono al tema. Al ser consultado sobre las declaraciones del ministro de Salud, Kirchner expresó ayer que “mi postura de rechazo al aborto fue siempre clara”. Alberto Fernández, en tanto, aclaró que “el Gobierno no está trabajando” en ningún proyecto que contemple la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo.
Al conocer estas aclaraciones, el cardenal Martino –que el jueves disertó en la Legislatura bonaerense y ratificó la postura histórica de rechazo de la Iglesia hacia el aborto– dijo: “Que no haya ningún proyecto me conforta y consuela muchísimo, y me repone del enojo”. “La protección de la vida está inscripta en la Constitución de la Nación Argentina, así que me enojé porque el aborto es un asesinato, y mucho peor porque se mata a una criatura que no tiene posibilidad de defenderse”, argumentó.
El ex presidente Eduardo Duhalde sumó su voz al debate. Ratificó su oposición a la despenalización del aborto y consideró que “las leyes hay que dejarlas como están”, porque no es momento de “hacer modificaciones”. “Son temas que dividen a la sociedad y no es oportuno plantear estos temas. Con el tiempo se verá”, deslizó el ex jefe del Estado.
La polémica se disparó en momentos en que la Legislatura porteña hay en discusión un proyecto promovido por partidos de izquier-
da para reglamentar el aborto no punible en todos los hospitales públicos de la ciudad de Buenos Aires, una discusión que podría llevarse al recinto en dos semanas. El Código Penal no prevé sanciones si está en riesgo la vida de la madre o si se trata de una violación de una mujer “demente” o “idiota”, pero aunque no está penalizado en estos casos, los profesionales de la salud se niegan a practicarlo y suelen exigir una autorización judicial. En el Congreso, mientras tanto, un proyecto de la senadora Vilma Ibarra propone despenalizarlo en todos los casos de violación y que se contemple también cuando no es viable la vida del feto fuera del útero.