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El barrio de Palermo fue ayer el lugar de Buenos Aires más adecuado para padecer un asalto. En el concurrido Jardín Botánico, un hombre les robó a dos jóvenes turistas la cámara de fotos y a una de ellas le causó un corte con navaja. En el mismo barrio, pero en la madrugada, efectivos de la comisaría 23ª detuvieron a tres jóvenes que a bordo de un auto habían asaltado, en cuatro horas, a 11 personas que transitaban por las calles en las que se crió Borges.
En el mediodía del domingo, dos amigas veinteañeras, una portuguesa y una cordobesa que visitaban Buenos Aires, paseaban por el Botánico, una posta obligada para los turistas, flanqueada por Plaza Italia, la Rural, el Zoológico y resguardada por la comisaría 23ª. Allí las abordó un hombre con una sevillana en la mano para robar la cámara de fotos Nikkon que llevaba la mujer extranjera. Según el oficial Calvini, de turno en la 23ª, la chica se quedó paralizada del susto, el hombre, de entre 25 y 28 años, usó su navaja para cortar la cinta de la que pendía el artefacto. Su amiga cordobesa, al pensar que el ladrón quería lastimarla, se interpuso y recibió un tajo superficial en la espalda dado por el ladrón al quitarla del medio. Y emprendió la fuga.
Personal policial de las Brigadas Turísticas que recorría el jardín dio un alerta a los móviles de la comisaría 23ª, que atraparon al delincuente a cinco cuadras del lugar, en Demaría y Kennedy, aproximándose a la Avenida del Libertador. Llevaba encima la navaja y la cámara. A la chica cordobesa herida, una docente de 25 años, la atendió en el lugar personal médico del SAME. Su compañera es estudiante. Habían llegado a la ciudad hacía una semana para pasar sus vacaciones, y se iban a ir anoche. Pero se tuvieron que quedar hasta recuperar la Nikkon, actualmente a disposición del Poder Judicial. En la dependencia policial se enteraron de que el hombre tiene antecedentes por varios robos de este tipo.
El pintoresco Palermo también fue escena de un raid de robos realizado por tres jóvenes, dos de ellos menores de edad, a bordo de un Volkswagen Bora. Cuando los atraparon, justificaron que su móvil para la aventura fue “juntar plata”. Habían comenzado a las 21 del sábado. Cerca de la 1 del domingo, un taxista detuvo un patrullero para decirles a los oficiales de la Federal que había visto cómo los del auto azul con vidrios polarizados asaltaban a tres mujeres. Los efectivos recordaron que se habían cruzado con un vehículo como el mencionado y salieron en su persecución.
A las 15 cuadras, pasando la avenida Córdoba, lo ubicaron y lo persiguieron, a la vez que otros dos patrulleros se plegaban al operativo cerrojo. Al llegar a las calles Loyola y Uriarte, los delincuentes fueron rodeados por los patrulleros y se entregaron sin efectuar resistencia. Los policías secuestraron en su poder un arma calibre 22, alrededor de 350 pesos en dinero, siete teléfonos celulares, 10 tarjetas de crédito y documentos. Todos los objetos, menos el arma, pertenecían a los que resultaron asaltados cuando caminaban por las veredas.
En total fueron 11. Hasta el momento en que los detuvieron, cinco de los damnificados se habían acercado a la comisaría 23ª para denunciar el atraco a mano armada que habían sufrido. La mayoría de los asaltados fueron mujeres. Ninguno había recibido maltrato, salvo el relatado.
Fuentes de la investigación precisaron que el Volkswagen Bora de los ladrones no tenía pedido de captura por robo, aunque no tenía la patente a la vista. Los apresados tienen 15, 17 y 22 años y no tienen antecedentes por robo. El raid fue caratulado como “robos reiterados en poblado y en banda, asalto a mano armada y asociación ilícita”.

Informe: Sebastián Ochoa.