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Los habitantes de Bariloche celebraron la reapertura de la causa contra el magnate italiano Juan Carlos Gilio, absuelto días atrás en un polémico juicio por abuso sexual de una nena de 12 años. “Es un triunfo de la movilización popular”, destacó el abogado Rubén Marigo, de la APDH local. Como adelantó Página/12 la semana anterior, el fiscal de Cámara, Enrique Sánchez Gavier –el mismo que había retirado la acusación contra el empresario–, finalmente apeló la sentencia cumpliendo órdenes de la Procuración General de Río Negro. También elevó un recurso de casación la asesora de Menores que asiste a la chica. Y organizaciones políticas, gremiales, de derechos humanos y la Pastoral Social del Obispado se presentaron en la Justicia bajo la figura de “amicus curiae” para reclamar la revisión del fallo.
Ahora la Cámara Segunda del Crimen tiene tres días hábiles para resolver si eleva el recurso de casación al Superior Tribunal de Justicia de Río Negro o lo rechaza. Si ocurre la segunda alternativa, tanto el fiscal como la asesora de Menores podrían ir en queja ante la Corte provincial, para conseguir que se revea el fallo. Cuatro años atrás, la nena denunció a Gilio de haber abusado sexualmente de ella en varias oportunidades, con la venia de su propia mamá, con quien el empresario tuvo dos hijos. La chica, de una familia pobre, vive actualmente en un hogar de menores.
El lunes, en una reunión que mantuvo con más de treinta representantes de las entidades de Bariloche que están dando la batalla contra la absolución de Gilio, la procuradora general de la provincia, Liliana Piccinini, reconoció que su decisión de ordenar a Sánchez Gavier la apelación de la sentencia “fue motivada por la movilización popular”, señaló ayer Marigo a este diario. Y agregó: “La gente está muy contenta”.
Ayer por la mañana, el abogado de la APDH local entregó en la Cámara Segunda del Crimen un escrito que apoya las apelaciones del fiscal de Cámara y de la asesora de menores de Bariloche, Marta Pereyra. El documento lleva las firmas de autoridades de la APDH local, del secretario adjunto de la CTA Bariloche, Diego Haro, del padre Juan Angel Dieuzeide, director del departamento de Pastoral Social del Obispado local, y de Aurora Méndez, por el Foro de Mujeres Políticas. “Planteamos que la menor no estuvo debidamente defendida; además, el retiro de la apelación del fiscal no fue fundamentado. Y la sentencia resultó absurda y arbitraria”, señaló Marigo. La figura de “amicus curiae” bajo la cual se presentaron sin ser parte en la causa es empleada en causas de violación de derechos humanos.
La multitudinaria marcha del domingo, donde se congregó en el Centro Cívico más de un millar de personas de distintos ámbitos de Bariloche para repudiar la absolución de Gilio, fue todo un símbolo para esta ciudad poco afecta a ese tipo de movidas. Según trascendió, incluso habrían bajado las ventas en la cadena de supermercados Todo, propiedad de la familia del magnate italiano, como consecuencia de un boicot espontáneo de los pobladores. “Este es un caso emblemático. Es un quiebre. Más allá del juicio a Gilio, esperamos que la Justicia entienda que cuando se juzgan delitos como el abuso de menores se deben acelerar los tiempos”, indicó Laura Alves, del Encuentro Nacional de Mujeres.
La sentencia que despertó la indignación ciudadana fue dada a conocer el 4 de abril último. En un fallo dividido, la Cámara del Crimen lo absolvió, al considerar que no había otra opción luego de que Sánchez Gavier retirara sorpresivamente la acusación, en la primera audiencia del segundo juicio oral contra el acusado.