SOCIEDAD › CAYO EN LA CABEZA DE UN TRANSEUNTE
La plancha asesina
”Podría haberme pasado a mí”, temblaba ayer una vecina ante la fatalidad casi ridícula del hombre que fue abatido por una plancha de hacer churrascos, que alguien dejó caer desde un edificio de departamentos en Cabildo al 4700. La víctima, de 31 años, se halla en grave estado y anoche los policías estaban “orientados en la investigación”, lo cual hacía prever inminentes detenciones.
Ayer a las 12.45, Miguel Angel Petros, de 31 años, caminaba por Cabildo al 4700 hacia una parada de colectivos, para ir hasta la casa de su madre en Ciudadela. Los testigos lo vieron caer, escucharon el retumbar metálico contra el piso y enseguida vieron mucha sangre en la vereda. La plancha churrasquera había caído, o la habían tirado, desde alguno de los departamentos de un edificio de 13 pisos ubicado en San Isidro Labrador 4721, cuyas cocinas dan a Cabildo.
Una ambulancia del SAME llevó a la víctima al hospital Pirovano, donde fue intervenido quirúrgicamente. “Se encuentra en grave estado, con hundimiento de cráneo. Está en coma y hay que esperar la evolución”, anunció el parte médico.
“El estaba solo. Podría haber sido yo, que recién entraba a trabajar”, dijo una empleada de un negocio de ortopedia, desde donde llamaron a la ambulancia. Una hora y media después, la madre y otros familiares llegaron al edificio y tocaron, en vano, los timbres. Rompieron los vidrios de las puertas tratando de ingresar al edificio, pero los contuvo la policía.
Entretanto, personal de la comisaría 35ª había efectuado pericias en el lugar. “Estamos orientados –aseguró a este diario una fuente policial–: examinamos la posición en que quedó la plancha y la forma como cayó la víctima. Contamos con varios testimonios, ya que Cabildo es muy transitada a esa hora.”
Algunas de las ventanas de las cocinas del edificio tienen rejas, que impedirían la caída accidental de una plancha pero no su lanzamiento intencional. Según el encargado del edificio, “la churrasquera la habrán tirado del quinto piso para arriba, porque para abajo todas las ventanas tienen rejas y no hay nadie a esa hora”. Fuentes de la investigación preveían anoche, para las próximas horas, por lo menos una detención.
El 26 de diciembre del año pasado tuvo lugar un hecho parecido, cuando un chico de tres años fue herido de muerte por una botella arrojada desde un edificio en la calle Alberti al 1600, barrio de San Cristóbal. Quien la tiró está siendo juzgado por homicidio culposo.