SOCIEDAD
› EL GOBIERNO DECLARO LA EMERGENCIA SANITARIA.CAFIERO, A CARGO DEL AREA
En busca de un remedio para la salud
Ante la crítica situación generada por la falta de medicamentos en farmacias y hospitales, Duhalde decretó la emergencia y puso al frente del área social y de salud a Juan Pablo Cafiero, quien anoche negociaba con los farmacéuticos y laboratorios. “La situación es crítica”, le dijo a este diario. Ayer llegaron de Brasil dos cargamentos de insulina que hoy se distribuirán.
› Por Horacio Cecchi
La crítica situación provocada por el desabastecimiento de medicamentos e insumos hospitalarios, desatada días antes de que la devaluación fuera anunciada pero ya era un hecho, decidió a Eduardo Duhalde a declarar la Emergencia Sanitaria nacional, para procurar reestablecer la normal provisión. Ayer, diferentes funcionarios intentaron tranquilizar los nervios desatados de enfermos de cáncer, diabéticos, cardíacos, portadores de HIV, y demás. Aníbal Ibarra aseguró que “la provisión para enero y parte de febrero está cubierta”, aunque lo puso en dudas si persiste la “avalancha de demandas del conurbano”. Los médicos bonaerenses describieron un panorama desolador en los hospitales públicos, pese a que el ministro de Salud, Juan José Mussi, anunció la compra de “100 de los 150 insumos y medicamentos básicos”. Duhalde designó como responsable de la normalización del abastecimiento a Juan Pablo Cafiero, quien anoche continuaba en reuniones con los farmacéuticos y los laboratorios. “El medicamento es un bien social –dijo Cafiero a Página/12–. Es inadmisible que se produzca ningún tipo de desabastecimiento.”
Tras una semana crítica, durante la que el desabastecimiento de medicamentos de primera necesidad y de insumos hospitalarios básicos dio un golpe mortal a la crisis crónica de la salud pública, Eduardo Duhalde decidió declarar a la Argentina en Emergencia Sanitaria. La medida, anunciada por el vocero presidencial Eduardo Amadeo, tiene por objetivo “normalizar la provisión de medicamentos e insumos médicos”. La paradoja y metáfora de la situación sanitaria es el propio organigrama de Gobierno, en el que la salud está tan o más devaluada que el peso ya que no tiene rango ministerial.
Duhalde designó como coordinador de las áreas de Salud y Acción Social a Juan Pablo Cafiero, actual vicejefe de Gabinete. Su tarea no será sencilla: deberá garantizar la normal provisión de medicamentos. Ayer, al cierre de esta edición aún mantenía reuniones con los representantes de los laboratorios buscando destrabar la entrega de insumos. “Los laboratorios pueden resistir un tiempo. Los que tienen problemas de desfinanciamiento y falta de stock son las farmacias”, reveló Juan Pablo Cafiero a este diario. La clave es la deuda del PAMI. Y con esa idea, el responsable de Salud y Acción Social tuvo línea abierta con Economía, el sector financiero del PAMI, los representantes de los laboratorios nacionales y extranjeros, y de las 12 mil farmacias del país.
–Resolverlo va a llevar varios días –señaló este diario.
–La idea es que se resuelva en horas –respondió Cafiero–. La situación de la salud es muy crítica.
–¿Es una negociación o va a echar mano a la Ley de Abastecimiento?
–Esas reuniones de ningún modo pretenden diluir la responsabilidad de los empresarios. Es inadmisible que se produzca ningún tipo de desabastecimiento de un bien social como los medicamentos. Eso lo aclaré antes de empezar cada reunión.
Ayer, la crisis pareció hacer eclosión en varias jurisdicciones del país y pese a que algunos funcionarios informaron públicamente que la situación “se normalizaba”, el panorama no resultaba nada alentador. En la Capital Federal, Aníbal Ibarra buscó tranquilizar a los porteños anunciando que “la provisión de medicamentos está normalmente cubierta para todo enero y parte de febrero”, pero advirtió que todo queda supeditado a que “no continúe la avalancha de demanda que tenemos desde el Conurbano, porque entonces sí puede haber inconvenientes”.
A ausencia de placas, la provincia de Buenos Aires es la más clara radiografía de la crisis sanitaria. Mientras Ruckauf buscaba cámara en su regreso al país con parte del cargamento de insulina donado por Brasil, los hospitales provinciales que dejó tras su abandono de la gobernación están vacíos. “La devaluación fue el último golpe porque las licitaciones quedaron desiertas”, dijo a Página/12 Jorge Yabkowski, secretario general de la Cicop (Asociación Sindical de Profesionales de la Salud bonaerense).”El desabastecimiento es desigual en cada hospital porque están descentralizados. Faltan medicamentos o jeringas, suero, agujas, o placas, según qué proveedor no se presentó.”
Ayer Mussi echó mano a un decreto que habilita al ministerio a realizar compras directas y a media tarde anunciaba que “100 de los 150 insumos indispensables ya entraron”. Pero la Cicop lo relativizó. “De ser cierto lo que dice Mussi –alertó Yabkowski–, de todos modos no está resuelto el tema de las placas radiográficas, que son importadas, igual que los insumos de laboratorios muy específicos como algunos medicamentos de endocrinología, cardiológicos o los oncológicos que son todos importados. El Ministerio dice que van a aparecer. No sabemos con qué presupuesto va a comprar porque la provincia está fundida”.
Por su lado, IOMA, cuya deuda con farmacias y laboratorios es la más gruesa después de la del PAMI, presentó una acción de amparo contra el Colegio de Farmacéuticos bonaerense, ante el juzgado de Garantías platense de Guillermo Atencio.
Cicop declaró paro durante el día de hoy, y realizará una marcha, a las 11 de la mañana, al Congreso, la Casa de la provincia y el ex Ministerio de Salud de la Nación. A las 13, ATE del mismo ex ministerio, realizará un abrazo al edificio de 9 de Julio y Belgrano.
La crisis también golpeó en Santa Fe. El principal hospital público de la capital, el José María Cullen, canceló todas las intervenciones quirúrgicas que no fueran de urgencia.
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