Tres integrantes del elenco de la obra de teatro El aprendiz y un amigo del grupo murieron aplastados por un camión cisterna cuando el vehículo en el que viajaban viró imprevistamente y se incrustó debajo del acoplado del transporte, en la ruta Panamericana, a la altura de la ciudad de Zárate. Las víctimas son el autor y director de la obra, Pablo Shilton; el director de arte, Klauz Segretin; el asistente técnico, Pablo Lombardo, y Juan Botto, un amigo de ellos. El accidente ocurrió durante la mañana de ayer y, por el momento, se especula que el vehículo en el que viajaban las víctimas sufrió una pinchadura, un desperfecto mecánico, mordió la banquina o se trató de una mala maniobra del conductor.

Las víctimas viajaban para presentar la obra de teatro El aprendiz en el Festival de Arte Digital de la ciudad de Rosario. El nivel de calidad del grupo les había valido la designación para inaugurar el próximo 29 de noviembre la Fiesta de Teatro de Buenos Aires que organiza el Instituto Nacional del Teatro.

En el kilómetro 95 de la Ruta Panamericana, a la altura del partido de Zárate, minutos antes de las 8, el Honda Civic en el que viajaba el grupo pasaba por el carril rápido a un camión cisterna de Repsol-YPF que avanzaba en la misma dirección por el carril más lento.

Por causas que aún se investigan, el Honda Civic giró imprevistamente hacia la izquierda y se incrustó debajo del acoplado del inmenso Fiat Iveco. El transporte le pasó por encima, lo aplastó, y el auto estalló y se incendió en forma inmediata provocando el vuelco del cisterna.

Se espera el resultado de las pericias y la declaración de todos los testigos, el fiscal 2 de Zárate-Campana a cargo de la investigación, Daniel Marabotti, aseguró que “el accidente aparentemente fue provocado por una mala maniobra o un desperfecto del auto de los actores”.

Las primeras versiones aseguraban que al camión se le había desprendido el acoplado, pero luego fuentes judiciales sostuvieron que el hecho había ocurrido cuando el Honda Civic intentaba pasar al cisterna.

“El auto perdió el control por algún motivo”, dijo Marabotti. Los principales testigos del hecho son los compañeros de las víctimas que viajaban en el auto que iba por delante –el segundo de la caravana–, y el chofer del camión. “Yo venía tranquilo y de repente sentí un impacto”, dijo el chofer del camión, Ramón Antúnez, de 59 años, cuando el Honda se metió debajo del acoplado. Por su lado, el auto quedó completamente destruido, no sólo porque fue aplastado por el camión, sino también porque explotó y se incendió.

Inicialmente se estimó que el vehículo de carga llevaba combustible, por lo que se dispuso un operativo de emergencia ante la posibilidad de explosión. Por prevención, intervinieron bomberos y expertos de la División Delitos Ecológicos de la Policía Bonaerense. De todas formas, después se constató que el camión transportaba agroquímicos fumigantes.

El fiscal aclaró que “la carga del camión cisterna era una sustancia para fumigaciones” y descartó que se tratara de combustibles o de otras sustancias peligrosas.

El chofer del camión fue derivado al Hospital de Zárate dado que presentaba una herida en una de sus manos y una marca en el cuello provocada por el cinturón de seguridad. Después de recibir la asistencia médica, Antúnez regresó al lugar del accidente.

“El chofer está golpeado, aturdido y shockeado por lo ocurrido”, sostuvo el fiscal Marabotti.

De acuerdo con el resultado de las primeras averiguaciones, la situación procesal de Antúnez no es comprometida porque todo indica que no habría tenido responsabilidad en el hecho. Siguiendo esta tesitura, Marabotti no tenía previsto indagarlo sino tomarle declaración testimonial, una fórmula aplicada a los testigos.