Un hombre de 36 años pasó ayer de ladrón a suicida en el lapso de cinco horas en Villa Devoto. Luego de entrar a robar a una casa, se vio rodeado por varios patrulleros y resistió el arresto tomando de rehén a la mujer que se encontraba en la vivienda. Tras cuatro horas de negociaciones, la liberó, pero no se entregó; en su lugar se pegó un tiro en el pecho, y como consecuencia quedó internado en grave estado.

La rehén, llamada Susana, salió ilesa del ataque, aunque de todas formas recibió asistencia médica y contención psicológica, luego de lo cual prestó declaración en sede policial.

La secuencia comenzó cerca de las 15, cuando el delincuente entró a una casa ubicada en Calderón de la Barca al 3600, en la que una mujer de 46 años hablaba por teléfono con su hija. Justamente de esa comunicación llegó la denuncia a la policía, ya que la chica escuchó lo que ocurría antes de que la llamada fuera interrumpida. Inmediatamente avisó al comando radioeléctrico.

Luego, la casa quedó rodeada de efectivos e integrantes del grupo especial GEOF, ante lo cual el delincuente decidió resistir el arresto tomando de rehén a la mujer y amenazando, según fuentes policiales, con una pistola 9 milímetros y una calibre 45.

Tras cuatro horas de negociaciones, el hombre liberó a la mujer pero, en lugar de entregarse, permaneció dentro de la vivienda y cortó la comunicación con la policía. Minutos después se escuchó un disparo y los efectivos apostados ingresaron a la casa.

Al hacerlo, encontraron al ladrón herido de bala en el pecho. Los médicos de policía y el SAME le dieron los primeros auxilios y lo trasladaron al hospital Vélez Sarsfield, donde quedó internado en grave estado y detenido.

“El delincuente pidió poder escapar pero en todo momento hizo saber su intención de quitarse la vida en virtud de estar bajo efectos de un estado de depresión”, relató el comisario inspector Ricardo Pedace.