SOCIEDAD › MANIFESTACION DE MAYORES FRENTE AL ROJAS
Que no les toquen los cursos
Cantaron el Himno en medio de la avenida Corrientes. Cerca de 200 participantes del Programa de Extensión Universitaria para Adultos a partir de 50 años eligieron esa manera de protestar contra una supuesta reestructuración del plan que implicaría, según algunas versiones, cierres de seminarios o fusiones de los adultos mayores con otras edades en los mismos cursos. Sin embargo, las autoridades del Centro Cultural Rojas -del que depende actualmente el programa– insistieron en que no habrá reducción de talleres, sino que por el contrario se incrementará la oferta disponible y se reformularán pedagógicamente algunos de los planes.
“Nos quieren sacar el programa y alegan que las órdenes vienen de arriba, pero desde arriba lo único que se puede hacer es cavar un pozo”, ironiza Margarita, una docente jubilada de 68 años que acude a un seminario sobre historia del siglo XX. Junto a ella, asiente un remolino de mujeres enfundadas hasta el cuello contra la baja sensación térmica. “El vaciamiento de estos cursos lo que va a hacer es llenar los hospitales, porque esto es una terapia para la tercera edad”, opina Elena, alumna de Historia del Arte.
Los cursantes tienen una bandera “en defensa del Programa” y deciden realizar un improvisado acto en plena calle. Cortan un carril de Corrientes y exigen que alguien les explique qué va a pasar con los talleres. “Quiero defender este espacio, hace siete años que me jubilé y vengo para seguir estando actualizada, pero nos sacan todo y así nos van postergando como personas”, señala indignada Judith, una señora de 67 años que cursa Ciencia Política. El programa ofrece 150 opciones educativas, de las que participan 3700 alumnos.
“La mayoría de los cursos seguirá como hasta ahora”, dice sin embargo Fabián Lebenglik, director del Centro Cultural Rojas. Y explica que el Centro ya no depende de la Secretaría de Extensión Universitaria de la UBA sino directamente del Rectorado, por lo que tiene un rango mayor al anterior. “Hasta fin de año todo continúa como estaba planeado, con los mismos talleres y docentes”, indica. Nidia Shuster, la coordinadora pedagógica del Rojas, agrega que hay que analizar para el 2003 “cada curso en particular porque hay algunos que no tiene sentido académico dictarlos especialmente, lo que no significa que se suspendan”.
“Aquí estamos entre pares, se crean importantes redes sociales y nos sentimos contenidos”, añade Inés, jubilada de 64 años. Pero Lebenglik fue claro al expresar que “no habrá incremento de los precios” e insistió en la necesidad de “transparentar totalmente la actividad del Centro”.