¿Llevarlos a la escuela o dejarlos en casa? Esa fue la pregunta que se hicieron ayer muchos padres, asustados después de que se conociera la amenaza del francotirador hacia los niños en los suburbios de Washington.
La mayoría de los que optó por ir prefirió evitar los micros escolares y escoltar personalmente a chicos hasta las escuelas: allí les ordenaban correr hasta la puerta.
Adentro, los estudiantes no están autorizados a salir durante recreos o almuerzos. Tienen que mantenerse lejos de los pasillos excepto cuando es realmente necesario y evitar pararse demasiado cerca de las ventanas, muchas de las cuales fueron tapadas con papel. Las puertas principales se mantienen cerradas durante todo el día, y se abren solamente cuando los niños terminan sus clases.