Los argentinos saben lo difícil que es conseguir una visa para poder quedarse en los Estados Unidos, sobre todo después de los atentados del 11 de septiembre que volaron las Torres Gemelas en Nueva York. Pero ahora, con el francotirador de Maryland, una nueva puerta se abrió para acceder a tan ansiados papeles. El gobierno norteamericano, en su desesperación por conseguir pruebas que lo conduzcan al asesino, prometió a los inmigrantes ilegales que puedan haber visto algo, concederles una visa especial de residencia si acercan su testimonio a la policía. “Existe la posibilidad de otorgar una visa especial a personas que asistan a las autoridades para combatir y solucionar un crimen”, dijo el director del Servicio de Inmigración y Naturalización (SIN), James Ziglar. Pero allí no se detienen los cables tendidos hacia los inmigrantes. Las autoridades aclararon que la recompensa de medio millón de dólares ofrecida a quien acerque datos “no es sólo para estadounidenses”.
Esta repentina bondad hacia los inmigrantes por parte del gobierno norteamericano surge del convencimiento que tiene la policía de que existen testigos del último golpe del francotirador que no prestaron su testimonio a los investigadores por temor a ser deportados a sus países de origen.