“No podemos actuar como Estado si el lugar sigue siendo propiedad privada de otro”, apuntó Miriam Denegri, de la Comisión Nacional de Tierras. Recién la semana pasada la Justicia otorgó el permiso solicitado por este organismo y la Subsecretaría Social de Tierras de la provincia de Buenos Aires para intervenir en el predio aunque aún no se haya concretado su compra por parte del Estado.

Si bien la ley de expropiación del predio conocido en la zona como Campito de Tongui fue promulgada en mayo pasado, las negociaciones continúan sin definiciones. “Los dueños no aceptan el precio pautado por tasación fiscal y que el Estado puede pagar”, explicó Denegri. La familia Tronconi no acepta los 13 millones y medio de pesos que el Estado ofreció pagar por las casi 100 hectáreas y “pidió 20 millones más”.

En el año que el barrio lleva de vida, la funcionaria nacional aseguró que “se estuvo trabajando en la organización barrial con los vecinos. Existen 96 manzanas, cada una con sus delegados, los que han elegido a ocho delegados regionales. Todo se lleva a cabo con esos representantes, de otra manera sería imposible”.

Talleres con agrimensores destinados a asistir en la medición de los terrenos y la apertura de calles; paneo global del asentamiento para “detectar la localización de las casillas y de las zonas a rellenar” y la reciente instalación de bombas de desagote para drenar las zonas más inundadas son algunas de las tareas que, según Denegri, ya fueron realizadas en el predio. No obstante, existen espacios en el barrio que son prueba de la ausencia de tales cosas.

“Las tareas de regularización de tomas de tierra siempre fueron lentas. Y en este caso más. Nunca vi una toma de tierras de las dimensiones del 17 de Noviembre. Es un pueblo”, confesó la funcionaria antes de considerar que “ahora con la autorización de la Justicia se va a avanzar con mayor rapidez”.