Cuando el año pasado los especialistas en salud reproductiva se metieron entre los jóvenes de la Villa se encontraron algunos datos llamativos. De unos 4000 encuestados, un 94 por ciento por ejemplo, tenía mala información sobre los modos de cuidarse. Las chicas estaban convencidas de que podían evitar los embarazos tomando una sola pastilla el día que decían hacerlo; los chicos tampoco sabían cómo hacer con los preservativos. Matilde Zeballos Muñiz es una de las trabajadoras sociales de la ciudad que ahora encabeza el equipo de especialistas que lleva adelante una suerte de campaña informativa organizada por los técnicos del Laboratorio Schering. Esta campaña se inició durante la temporada 2002, respondieron unos 20 mil jóvenes y 4 mil entre ellos se acercaron más tarde a profundizarla frente a una rueda de especialistas del hospital Illia. “Ahí aparecieron los datos que para nosotros son importantes –dice Zeballos Muñiz–: los chicos por ejemplo, no usaban los preservativos o se los colocaban tarde y con las chicas las características se repetían.”
Este año la campaña cambió la estrategia. Ahí muy cerca de donde está ahora Juliana, María y Alejandra los médicos del Hospital Illia colocaron uno de los tres stand donde atenderán consultas y desde donde se harán las encuestas, después de la divulgación que seguirá a cargo de los adolescentes locales. “Intentamos ahora optimizar los esfuerzos”, explica Pedro Pietropaolo gerente del segmento control de la fertilidad de Shering. La idea es que los que lleguen encuentren datos más certeros o corrijan información. “Sabemos que cuando llegan –sigue Pietropaolo– no saben de los métodos anticonceptivos, tienen fantasmas sobre las distintas enfermedades o creen que saben pero no.”