“No quisiéramos ver ultrismos ni religiosos ni feministas”, advirtió el diputado de la Coalición Cívica y presidente de la Comisión de Legislación Penal Juan Carlos Vega, al dar comienzo a la histórica sesión donde empezó a tratarse el tema del aborto.

El comentario no cayó bien en los oídos feministas, mayoría en la sala, entre activistas de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito y varias diputadas. Cuando le tocó el turno de realizar una pregunta a la expositora danesa, la legisladora porteña Diana Maffía, invitada a la jornada pública, amiga de Vega, se encargó de recoger el guante y le respondió: “Se dijo que se iban a evitar los extremismos y como ejemplo se mencionó a la religión y al feminismo. No es un buen ejemplo porque son conciliables como demuestra Católicas por el Derecho a Decidir (una de las más de 250 ONG que integran la Campaña). Lo que no podemos confundir –siguió Maffía– es el pecado con un delito, ni perseguir el pecado con la fuerza pública”, en alusión al status que le da la Iglesia Católica al aborto. “El feminismo –le explicó a Vega– constata las desigualdades entre varones y mujeres y lucha contra ellas.”