Las 19 mil viviendas santafesinas que permanecen bajo el agua estarían completamente desagotadas entre los próximos diez y quince días según anunció ayer el Comité de Crisis provincial. A pesar de que el Instituto Nacional de Agua informó que se mantiene un alerta general por posibles lluvias entre el lunes y el miércoles sobre la cuenca del río Salado, el director provincial de Hidráulica interino aseguró que anteanoche “quedó cerrado el terraplén Yrigoyen, con lo cual ya no entra más agua a la ciudad. Sólo hay salidas. Si llegara a llover, el plazo de bombeo podría extenderse unos días pero no más que eso”, aseguró.
El plan de desagote comenzó tres días atrás aunque recién desde la noche del jueves, con el cierre de las barreras de protección de la ciudad, quedaron minimizados los riesgos de que las aguas del Salado vuelvan a llegar a la ciudad. “Salvo que llueva en cantidades desproporcionadas, es imposible que entre agua a la ciudad. Ahora sólo hay salidas”, dijo a Página/12 Roberto Giorio, quien el martes quedó a cargo, como interventor, de la Dirección Hidráulica del gobierno de Santa Fe. Aunque anoche hubo un primer pronóstico del INA sobre las probabilidades de lluvia para el lunes, Giorio señaló que las previsiones se basarán en un pronóstico más detallado que el organismo dará este mediodía.
A pesar de que en un principio el gobierno santafesino había solicitado bombas a Estados Unidos, la imposibilidad de trasladarlas vía aérea y el tiempo que hubiera llevado traerlas por tierra decidió a las autoridades a ejecutar el plan de extracción de agua con maquinaria argentina.
Mientras se trabaja en los barrios de San Lorenzo, Roma, Chalet y Santa Rosa de Lima, los más afectados por las inundaciones y que permanecen bajo el agua desde hace diez días, la Unidad Provincial de Búsqueda de Personas intenta reducir la cantidad de víctimas desencontradas que llegó a alcanzar la drástica cifra de 1750. Ahora, esa cifra bajó abruptamente a 187.
En tanto, anteanoche el gobernador, Carlos Reutemann, señaló que la cantidad de personas evacuadas, incluidas las autoevacuadas, se había reducido a 77 mil.
También se supo que casi el 60 por ciento de las instituciones educativas de la provincia fueron afectadas por las inundaciones. Son 211 escuelas que están funcionando como centros de evacuados contra 175 “que están intactas”. Así lo explicó el ministro de Educación, Daniel Germano, quien además señaló que las clases continúan suspendidas “por tiempo indeterminado”, aunque se maneja el 2 de junio como posible fecha de reinicio del ciclo lectivo y detalló que “de las 24 escuelas inundadas, unas diez no podrán ser recuperadas”.
Por su parte, el ministro de Obras Públicas, Edgardo Berli, estimó una normalización próxima en cuanto al desagote total de la ciudad a partir del cierre del terraplén. No obstante, remarcó que cuando se retiren las aguas, plazo que estimó en diez días, “habrá que encarar una titánica tarea de limpieza por toda la mugre que queda ahora al descubierto”.