“Los datos de la encuesta de Ubatec muestran patrones que se mantienen a lo largo de los años: uso de preservativo muy alto en el sexo comercial, bastante alto en las relaciones ocasionales, y no tan sistemático en las relaciones estables. Esto último invita a desarrollar campañas de prevención para las parejas estables, complementarias al uso de preservativo: promoción del testeo, controles pre y post-natales, provisión de técnicas de fertilización asistida cuando correspondiere, etc”, indicó el investigador Mario Pecheny.

Otro dato interesante, agregó, es que los medios de comunicación son la principal fuente de información sobre VIH para todos los grupos encuestados; siguen las instituciones educativas (aunque no para todas las categorías) y solo un tercio refiere informarse a través del sistema de salud.

“Tomando en cuenta estos resultados, y en comparación con encuestas anteriores, la principal enseñanza es que tanto en investigación como en intervenciones es necesario integrar todas las dimensiones que forman la vulnerabilidad: las cuestiones individuales relativas a la información y recursos disponibles, pero también el conjunto de condiciones sociales que hacen individuos y grupos más propensos a padecer daños evitables. Y en esto es central el papel que Estado y organizaciones sociales, con sus acciones e inacciones, contribuyen a reproducir o modificar esa vulnerabilidad”, consideró Pecheny.