“La situación que describen los curas en su carta es absolutamente real cuando hablan de la falta de intervenciones activas en la zona”, dijo a Página/12 Roberto Carlés, coordinador de la Comisión del Anteproyecto de Reforma del Código Penal. “Pero tienen una confianza desmesurada en el mensaje del Codigo Penal. No perseguir al que consume es no perseguir a una persona que decide hacer con su cuerpo lo que quiere sin afectar a terceros.” Carlés agregó que “ellos hablan del mensaje, se preguntan sobre qué mensaje se estará dando con la despenalización del consumo. Dicen que esa despenalización lo alienta. Pero no me parece un buen argumento, porque el derecho penal causa dolor, impone dolor. La pregunta es qué mal causó el que se infligió un mal. Por qué se lo va a castigar. De lo que se está hablando es de no agregarles un mal”. Roberto Carlés, que recorrió el país presentando en debates el Anteproyecto de Reforma del Código, aseguró que “tampoco alcanza con la despenalización al consumo porque la policía va a seguir deteniendo. Va a detener y después van a tener que ser los jueces los que dispongan cerrar la causa”. Carlés sostuvo que el argumento policial será la detención “para averiguar si lo que se encontró era para comercializar o para consumo personal”. Según el coordinador de la comisión, “con la despenalización de la tenencia para consumo no va a ser suficiente. Lo que tendría que haber es una despenalizacion de la tenencia simple”, explicó el coordinador. La tenencia para el consumo es la que se determina para uso personal; en cambio, la tenencia simple es aquella que supera la tenencia para consumo pero que no alcanza para demostrar la comercialización. “Pero no puede ser que porque no tengo las pruebas, penalizo. Hay que investigar. Al despenalizar todo tipo de tenencia sólo se podrá detener cuando esté probado que se trata de tenencia para distribución. Por supuesto, no se propone despenalizar la tenencia cuando esté probado que es para distribución”, finalizó.