“Teresa Romero, la auxiliar de enfermería contagiada por el virus del Ebola, se encuentra consciente y habla con el equipo médico que la atiende en el Hospital Carlos III donde se encuentra”, indicaron ayer fuentes sanitarias citadas por la agencia EFE. El equipo que la asiste está integrado por diez personas, de las cuales tres son médicos, según aclaran. De acuerdo con una información publicada por el diario El País de España, “además de Romero permanecen internados en el centro otras dieciséis personas tras el ingreso ayer de tres mujeres, una peluquera, una enfermera y una limpiadora del centro de salud, todas ellas asintomáticas”. Se sostiene, además que más allá del caso confirmado, el de la enfermera Teresa Romero, “hay otro en investigación, una enfermera que dio negativo en la primera prueba y está pendiente del resultado de la segunda que, transcurridas 72 horas, podría conocerse a lo largo del día”, informó El País. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, presidió la segunda reunión del comité creado luego del primer contagio de Ebola en España, que afectó a un sacerdote luego fallecido. La noticia sobre el estado de salud de la enfermera Romero ha provocado tensión e indignación entre sus colegas españoles. “¡Fuera, Fuera!”, “¡Cobardes, sinvergüenzas!”, gritaron grupos de personas integrantes de los planteles sanitarios. Las expresiones estuvieron dirigidas al presidente Mariano Rajoy. Además de abucheos, los trabajadores tenían preparados unos “guantazos” contra el primer mandatario. Esto consiste en el lanzamiento de guantes de látex de color celeste para recordar la infección de ébola y también las presuntas deficiencias del material que se aporta, desde las autoridades, al personal médico que participa como voluntario en los países africanos donde se desarrolla la epidemia. La enfermera que se contagió fue la que estuvo asistiendo a uno de los dos sacerdotes españoles que también se contagiaron asistiendo a los enfermos en territorio africano. Teresa Romero atendió en forma personal a un sacerdote, que luego falleció.