SOCIEDAD
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El principio del desenlace
La historia que desembocó en la caída de Musa Azar comenzó a escribirse a mediados de marzo de este año. El 16 de ese mes, el ganadero Oscar Seggiaro fue asaltado y golpeado por una banda de delincuentes integrada por policías. Seggiaro fue sorprendido en su casa de campo de la localidad de Donadeu, en la madrugada, cuando estaba junto a su hermano Elio, por cuatro encapuchados que lo golpearon salvajemente. El ganadero perdió un ojo y tuvo que ser operado para extirparle el bazo. Pero murió cuatro días después. Los cuatro agresores fueron detenidos: eran el subcomisario Héctor Albarracín, los oficiales Jorge Pablo Gómez, Daniel Francisco Mattar –hermano del subcomisario detenido ayer– y el ex oficial Luis Antonio More. Uno de ellos, Albarracín, fue quien, con su declaración, habría involucrado a Musa con el doble crimen de la Dársena y dado pie para su detención.
Tal vez la condición económica de la víctima posibilitó que el caso no ingresara en la lista de hechos impunes en Santiago. Los delincuentes, que pertenecían al Departamento de Informaciones de la Policía santiagueña –la temible organización de inteligencia que comandaba Musa Azar– habían robado ganado vacuno, objetos de valor y armas de fuego en la casa de Seggiaro. Un operativo que incluyó cierres de rutas permitió apresar a los involucrados. More había sido exonerado de la policía por haber participado en casos de robo de ganado. Luego se dedicó a la compra y venta de carne. Los otros tres se encontraban de servicio cuando cometieron el asalto. A principios de junio, el juez Pedro Ibáñez dictó el procesamiento de los cuatro por homicidio en ocasión de robo.
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