SOCIEDAD
Un partido para morirse
Por P. L.
“¡El corazón del país se romperá si perdemos este partido!”: esta fórmula, hasta ahora reservada al exceso de algunos relatores deportivos, ha demostrado su rigor: una investigación efectuada en Holanda mostró que, el día en que el equipo nacional de fútbol fue eliminado de la Copa Europea, la mortalidad cardíaca aumentó significativamente.
El estudio –efectuado por un equipo de la Universidad de Utrecht y publicado en el British Journal of Medicine– comparó la mortalidad registrada el 22 de junio de 1996 –cuando la escuadra “naranja” perdió el partido decisivo– con la de los cinco días anteriores y posteriores. En esa jornada, el riesgo de mortalidad por accidente cerebrovascular y enfermedad coronaria creció un 51 por ciento para los varones. Ya era conocido que, en personas con problemas cardiovasculares preexistentes, puede desencadenarse un evento agudo en relación con un inusual estrés mental o emocional, un trabajo físico excesivo o un abuso de alcohol o de comida. En el caso de la derrota futbolística, los investigadores observan que el incremento de mortalidad “puede no haberse debido sólo al estrés, sino al exceso de alcohol, de comida o en el fumar durante ese día”.