SOCIEDAD
“Situación traumática”
¿Una indagatoria para un chico de cinco años? El caso del robo del muñeco desató una polémica entre especialistas en minoridad. Dos expertos consultados por Página/12 mantienen posturas absolutamente opuestas. Para uno, se trata de una instancia que les garantiza a los chicos un proceso genuino de defensa; para el otro, es una de las formas de criminalización de la niñez con situaciones que deberían resolverse con psicoterapias.
Uno de los consultados es Alejandro Molina, ex presidente del Consejo de Menores de Nación y actual defensor de Menores de la Cámara Civil. El otro, Gustavo Gallo, coordinador del área Legal y Técnica del Consejo de los Derechos del Niño de la Ciudad de Buenos Aires. Los dos coincidieron en que el niño denunciado es inimputable por su edad, pero tomaron distintas posturas sobre el fondo de la indagatoria.
Según Molina, la indagatoria no es una imputación. “No significa que el juez o el fiscal estén atribuyéndole al niño una responsabilidad. Más bien es un acto de defensa que tienen los acusados. Será delito si se trata de un adulto, pero si es un menor, es la expresión de un mal comportamiento”, dijo Molina a este diario. Según su criterio, la indagatoria le permite al juez recoger datos de tipo informativo.
Para Gallo, en cambio, la sola existencia de una indagatoria en esos términos es “una locura”. Advierte que para un chico de cinco años la indagatoria es “una situación traumática. Aunque no tiene consecuencias jurídicas, el chico puede quedar a disposición tutelar: el juez puede tomar cualquier medida, como nombrarle un asistente social por ejemplo”. Esa forma de judicialización, según Gallo, es peligrosa. “Lo que está mal –explica– es recibir la causa cuando debería trabajarse la situación desde el punto de vista terapéutico.”