SOCIEDAD
“Naturalizan la violencia”
Por M. C.
“La figura de homicidio preterintencional significa que al agresor no se le cruzó por la cabeza la posibilidad de matar. Pero el que da una golpiza en la cabeza tiene que pensar que puede causar la muerte”, opinó la abogada Mabel Gamarra, del Instituto de Estudios Jurídicos y Sociales de la Mujer (Indeso), de Rosario, al analizar la reducción de la condena firmada por la Cámara Penal en favor de un hombre que provocó la muerte de su mujer como consecuencia de los golpes que le propinó. “El fallo es vergonzoso”, concluyó Carmen Storani, directora de la Mujer de la Ciudad de Buenos Aires. “Una vez más el Poder Judicial no tiene en cuenta la marca de género”, agregó Storani. Para la funcionaria y abogada, no hay dudas de que se trata de un homicidio simple y no preterintencional, como evaluaron los camaristas. “No sólo tenemos que lamentar otra muerte de una mujer en manos de su esposo, otro femicidio, sino que lamentar la falta de sensibilización en la problemática de la violencia doméstica de parte de un tribunal de segunda instancia. Si hay testigos que indican que la mujer era víctima de violencia doméstica, hay una mala valoración de la prueba. Si alguien golpea en la cabeza de otra persona, sabe que puede causarle un daño que derive en la muerte. Hay que tener en cuenta la diferencia de fuerza y el sometimiento de la mujer”, consideró Storani.
“Lo que sucede –apuntó Gamarra– es que hay una alianza de género entre los jueces y el imputado: los jueces siempre tratan de buscar una justificación al golpe. Para ellos, le pegó para corregirla, no para matarla. Así se naturaliza la violencia doméstica. No la toman como una violación de los derechos humanos, sino como algo privado de la familia.”