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“Es un horror, es un hecho espeluznante: un accidente con consecuencias trágicas que nos obligó a autodeclararnos en emergencia”, de ese modo intentaba relatar el escenario del horror el embajador argentino en Paraguay, Félix Alberto Córdova Moyano, en diálogo con Página/12. “Tenemos una inquietud fenomenal”, confesaba cuando la Cancillería daba a conocer un servicio telefónico de emergencia para “quienes tengan dudas sobre el paradero de sus amigos o parientes”. Anoche, la embajada no tenía identificado ningún argentino entre las víctimas del infierno. El presidente Néstor Kirchner se solidarizó con Paraguay. Formosa, Corrientes y Chaco enviaron ayuda y un Hércules salió cargado de insumos desde la Base de El Palomar.
“No tenemos ninguna información de compatriotas afectados, pero estamos siguiendo el tema con cercanía porque Asunción es una región que compartimos”, explicó el embajador. Según su información, no había patentes argentinas entre los autos estacionados alrededor del hipermercado, “sin embargo –dijo Córdova Moyano–, el centro comercial tenía dos áreas de estacionamiento subterráneo: no se trata de inquietar a nadie, pero tenemos que estar prevenidos”. La embajada habilitó cuatro números telefónicos para familiares que quisieran obtener información: 00595-971-26-6060, 971-20-3686, 971-31-3444 y 971-30-0723. Por su parte, mientras el presidente paraguayo, Nicanor Duarte Frutos, recibía la solidaridad de Kirchner y la de los presidentes de Brasil, Uruguay y Colombia, el ministro de Salud nacional, Ginés González García, enviaba al director de Emergencias, Carlos Sanguinetti, hacia Asunción y decretaba la emergencia sanitaria en las provincias de Formosa, Corrientes y Misiones. Formosa envió de inmediato ambulancias y equipos médicos y Corrientes y Chaco ponían a disposición dos aviones para el traslado de víctimas. Un Hércules partió por la noche de El Palomar, cargado de medicamentos y elementos de emergencia sanitaria.