SOCIEDAD
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En EE.UU. están de vuelta
En los colegios norteamericanos, el proceso es inverso al de la Argentina: allí están empezando a flexibilizar las normas sobre uso de celulares. Sucede que en los 90, la mayoría de los Estados prohibieron completamente su utilización en las escuelas, porque se los consideraba un canal para la venta de drogas. En Florida, llevar un celular a la escuela podía ser castigado con diez días de suspensión. En Louisiana era aún peor: se lo consideró un delito, con una pena potencial de 30 días de prisión.
En los últimos años, sin embargo, las cosas empezaron a cambiar por los reclamos de los padres. Después de casos como el de la masacre de Columbine –donde los celulares permitieron localizar a algunos chicos escondidos– y con el temor por posibles atentados, creciente desde el ataque a las torres, las normas empezaron a aflojarse. Además, las escuelas reconocieron que los celulares se habían vuelto tan masivos, y a la vez tan pequeños, que era casi imposible detectarlos.
Ahora la mayoría de los colegios relajaron las normas. Igual, en casi todos sigue estando prohibido usarlos durante la clase. Dos son los principales problemas identificados: la posibilidad de copiarse vía mensaje de texto y las fotos. Al parecer, se generalizó la broma de sacar fotos en vestuarios y luego subirlas a Internet.
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